Su encomienda es bien difícil. Son ellos quienes, en caso de
guerra, enfrentan el empuje de la aviación enemiga. También envían
avisos, gracias a una constante exploración radiotécnica, acerca de
los medios aéreos que irrumpen en el espacio nacional. Este 17 de
abril la Defensa Antiaérea y la Fuerza Aérea Revolucionaria (DAAFAR)
cumplirán un aniversario más sin descuidar la vigilancia de los
cielos cubanos.
La
capitana Aisel Morejón lleva diez años en una gran unidad de Defensa
Antiaérea del Ejército Occidental. Allí también imparte clases sobre
Táctica General. ¿Es complicado para una mujer trabajar aquí?, le
preguntamos, y enseguida responde: "Aquí las mujeres hacemos lo
mismo que los hombres. Tengo un niño de tres años y puede que en
algún momento me surja alguna dificultad, pero dentro de la unidad,
resulta lo mismo para todos". ¿Y dirigir hombres? Esta vez, sonríe
al responder: "Dirigir mujeres es más complicado".
Hombres y mujeres la respetan por igual. Aquí se ha ganado el
aprecio de todos mientras se empeña en enseñar cuanto ha aprendido
en torno al arma que domina. "Siempre quise ser militar. A mí me
gusta la especialidad de mando y la técnica que tengo", afirma.
Durante las 24 horas del día el puesto de mando de la gran unidad
está activado. Es allí donde se recibe la información de los radares
y el espacio aéreo es controlado. "A través de estos puestos nos
llegan los reportes sobre una violación o cualquier situación que se
cree" —señala el teniente coronel Jorge Luis López.
La exploración radioelectrónica y óptico-visual aumenta entonces.
Confirmada la existencia de un objetivo que viola el régimen de
vuelo en el territorio nacional, la unidad radiotécnica se encarga
de darle seguimiento. Después de localizado, la información llega
hasta las unidades de fuego. De recibir la decisión del mando
superior, entonces pasan a la disponibilidad para el fuego, una
posición desde la cual pueden dar respuesta a esta violación.
Para el teniente coronel, las fuerzas de defensa antiaérea poseen
vital importancia. "Son tropas de permanente disposición combativa,
pues se ocupan de rechazar el primer golpe que debe dar el enemigo.
Imagínese un país al que ataquen sorpresivamente sin que exista una
respuesta".
Así resguardan estos hombres y mujeres la soberanía de Cuba. Su
valor fortalece y gratifica. Cuando Girón se convirtió en la primera
gran derrota del imperialismo en América, ya lo habían demostrado.
Un día para recordar aquel hecho y rememorar las hazañas de quienes
las antecedieron, deviene hoy homenaje necesario a las tropas de
defensa antiaérea y fuerza aérea revolucionaria.