Hallazgos de investigaciones recientes afirman que la prevención
del colapso estructural de una edificación es la forma más efectiva
de reducir las muertes y las lesiones serias, ante la amenaza de un
terremoto de gran magnitud.
Construir utilizando materiales de calidad y códigos de diseños
sismorresistentes, garantizarán la seguridad de las edificaciones,
afirmó el ingeniero civil y forense Eduardo Fierro, profesor de la
Universidad de California, en reciente visita a esta ciudad.
Proyectistas, arquitectos, ingenieros civiles, profesores y
estudiantes universitarios compartieron las experiencias de Fierro
durante sus viajes a Haití y Chile, luego de los devastadores
terremotos ocurridos en los meses de enero y febrero de este año,
respectivamente.
Según el experto, las construcciones haitianas, en su mayoría de
bloques con columnas de concreto y bloque no reforzado, adolecían de
buenas prácticas, donde se cometieron muchos errores que provocaron
la destrucción casi total de Puerto Príncipe.
El especialista mostró al auditorio imágenes de los edificios
desplomados y analizó columnas, estilos y materiales como el
cemento, la arena y varillas utilizados en los inmuebles, a la vez
que colegió la forma más correcta de edificar en cada caso, con el
más estricto nivel de seguridad.
En Chile -subrayó- la cultura antisísmica es elevada, de ahí que
en el terremoto de febrero pasado con magnitud de 8.8 grados en la
escala Richter y duración de 140 segundos, de 30 mil edificios se
dañaron seriamente unos 30 y sólo colapsó uno, ubicado en la zona
epicentral.
La cifra de fallecidos en el país austral fue de 500, según
cifras oficiales, mientras que en la nación haitiana supera los 220
mil.
Por su parte, Ricardo Oliva, Ingeniero del Centro Nacional de
Investigaciones Sismológicas, enfatizó en la importancia de
retroalimentarse y aprender acerca de las vulnerabilidades de otros
países ante los movimientos telúricos, como experiencia para no
cometer los mismos errores, y evitar desastres.
Es vital el empleo de buenos materiales con la cantidad
requerida, además del uso y actualización del código sísmico
vigente, normativas que plantean los requisitos mínimos para que una
construcción soporte magnitudes precisas de un temblor, en
condiciones específicas.
Un terremoto no solo produce impactos significativos en la
infraestructura de un país, también son severos los daños como
pérdidas humanas y disminución de la calidad de vida en los
ciudadanos, significó Fierro al convocar al despliegue de las
mayores medidas preventivas posibles y fomentar una cultura
apropiada en la población.