BRUSELAS, 14 de abril.— Una compañía de Estados Unidos admitió por
primera vez que exportó a Europa equipos diseñados para infligir
dolor en prisioneros.
En el 2006, la Unión Europea (UE) había prohibido el comercio de
una amplia gama de instrumentos de tortura. Entre ellos el sistema
llamado Band-It, que, adherido a las piernas o brazos del detenido,
puede administrar choques eléctricos de 50 000 voltios.
La firma fabricante, Stinger Systems, con sede en el sudoriental
estado norteamericano de Florida, reconoció haber realizado envíos a
Europa a pesar de la prohibición. Sin embargo, el presidente de la
compañía, Bob Gruder, se negó a especificar a qué países.
Stinger, antes bajo el nombre de Stun Tech, tiene distribuidores
en varias de las 27 naciones de la UE.
La firma rumana Gate 4 Business confirmó haber importado algunos
apartados Band-It. "Simplemente compramos unas pocas muestras", dijo
el portavoz de Gate 4, Cristian Anasteseu. "La ley rumana la
considera un arma letal".
Anasteseu añadió que la empresa no había trabajado con Stinger
durante "al menos un año". También dijo que ahora estaba interesada
en importar gas pimienta para "control de multitudes" por parte de
la policía, y que se había reunido con representantes de la
fabricante Mace a comienzos de este año en Estados Unidos.
"Los cinturones eléctricos están en la lista prohibida", dijo
David Nichols, analista de política exterior de la oficina de
Amnistía en Bruselas.
"Lo que hemos estado diciendo es que hay otros aparatos que son
efectivamente iguales y han sido clasificados y nombrados de manera
diferente, y comercializados como si fueran completamente legítimos,
incluso cuando no tienen ningún otro uso que ser instrumentos de
tortura", añadió.