El alto nivel de sacrificio de cerdos a fines de 2009 y las
limitaciones para hacer piensos, provocaron en la provincia de
Camagüey una caída en la producción de carne en el primer trimestre
de este año de casi 300 toneladas, reporta la AIN.
De acuerdo con el programa, en el período enero-marzo de 2010 la
empresa porcina debía adquirir y distribuir a varios destinos mil
698 toneladas, según el peso en pie, y el resultado fue de mil 400,
lo cual se hizo sentir en la baja presencia en mercados
agropecuarios estatales.
Enrique González, director de la entidad del Ministerio de la
Agricultura, dijo que en diciembre la compra de animales a criadores
individuales se acercó a las mil toneladas, el mayor registro desde
que se instauró esta vía alternativa de la producción porcina.
El hecho de que no existieran suficientes cerdos con peso de más
de 80 kilogramos y las limitaciones en la alimentación de la masa
porcina por el déficit de piensos, llevó a una merma en la
actualidad en la disponibilidad de carne, señaló.
Por ejemplo, la entrega del concentrado a los criadores que
tienen convenio con la empresa sólo llega al 76 por ciento del
pronóstico.
No hemos contado con suficientes materias primas para fabricar el
nutriente, y por la complejidad financiera de Cuba y el aumento de
las cotizaciones, se adquieren en el mercado mundial los cereales
cuando es posible, explicó González.
El maíz y el frijol de soya, dos de las materias primas en la
fabricación del concentrado, aumentaron sus precios en la arena
internacional, el primero de 192 a 208 dólares la tonelada en puerto
cubano en relación con diciembre de 2009, y el otro de 409 a 459.
A pesar del retraso hasta ahora en la producción de carne, el
directivo de la entidad dijo que Camagüey puede alcanzar las siete
mil 190 toneladas previstas para el 2010, en buena medida por la
obtención local de alimentos para la masa porcina.
Ante esta realidad, el campesino Ricardo Linares, quien en 2009
en convenio con la entidad porcina logró 40 toneladas de cerdo, y en
el actual trabaja para llegar a 100, refirió a la AIN lo conveniente
para la economía del país y la suya propia, de basar la nutrición
del rebaño con alimentos conseguidos en las fincas o residuos
industriales.
El propósito es suplir lo más posible el alimento concentrado
para reducir importaciones que Cuba no puede hacer, además de
abaratar la producción de carne de cerdo, agregó.