Ciego
de Ávila selló con empate su último duelo ante Camagüey y por cuarta
vez en la historia accedió al trono del fútbol cubano, gracias a su
aplastante victoria por 3-0 en el choque de ida, disputado el
miércoles en Morón.
No fue, sin embargo, esta final un partido aburrido, sino todo lo
contrario. Tres veces se adelantaron los agramontinos en el
marcador, con las dianas de Armando Coroneaux (al minuto 14), Keyler
García (’42) y Dagoberto Quesada (’87), y tres veces les dieron
alcance los avileños, o más bien el archigoleador Sander Fernández,
quien se encargó de firmar todos los tantos visitantes, en la cancha
Patricio Lumumba, a los minutos 31,70 y 88.
Un día antes el Expreso villaclareño aseguró el bronce, al
disponer nuevamente de La Habana, esta vez por 4-2 en su cancha de
Zulueta, con los goles de Yenier Márquez (’15), Juan Manuel García
(’37 y ’47) y Reydenis Dueñas (’44), mientras Dalain Aira (’34) y
Boris Fuentes (’78) anotaron por los vencidos.