Millares de manifestantes que demandan la disolución del
parlamento y la convocatoria de elecciones mantuvieron la tensión
tras fracasar las conversaciones entre las partes, reporta Prensa
Latina.
Simpatizantes del Frente Unido para la Democracia y contra la
Dictadura (FUDD) o camisas rojas, como son conocidos, ocuparon el
centro de la urbe y afectaron la actividad de comercios, grandes
almacenes e importantes hoteles frecuentados por turistas.
El clima de tensión en el área era evidente y muchos negocios
cerraron sus puertas pese a serias pérdidas que enfrenta el turismo
local, entre un 20 y 30 por ciento, tras desatarse la crisis.
La oposición al gobierno del primer ministro Abhisit Vejjajiva
insiste en sus demandas, mientras desde la ciudad de Hua Hin, unos
100 kilómetros al sur de la capital, el gobernante advirtió que
están sobrepasando los límites de la tolerancia.
Por su parte, uno de los dirigentes de las protestas, Veera
Musigapong, indicó que persistirán hasta que el gobierno disuelva el
parlamento.
El enfrentamiento entre partidarios del ex primer ministro
Thaksin Shinawatra y el actual mandatario mantiene deprimido el
flujo de visitantes, sobre todo asiáticos, más preocupados por su
seguridad.
Aunque la crisis abrió conversaciones sin éxito entre las partes
la semana última, sus efectos sobre la capital y polos turísticos
como Chiang Mai, al norte, Pattaya y Pukhet, al sur, causaron miles
de millones de dólares en pérdidas.
Según el ministro de Finanzas, Korn Chatikavanij, la persistencia
de las acciones en la capital causaría en una semana pérdidas
estimadas en 10 mil millones de bats (cerca de 312 millones de
dólares).
En contraposición, empresarios, operadores y empleados del sector
anunciaron a partir de este sábado breves y masivas marchas en la
capital y los polos afectados para demandar una solución.
El presidente de la Asociación de Agentes de Viajes tailandesa,
Charoen Wangananond, dijo que el mundo político debe escuchar sus
demandas.
Los temores del sector aumentaron en las últimas semanas, además,
por una caída en las reservaciones de millares de turistas de Japón,
Malasia y China interesados en participar del 13 al 18 de abril en
el Festival del Agua (Songkran), el evento que más visitantes atrae
al país.