El jefe del Estado ucraniano, Víctor Yanukóvich, condecoró al ex 
			presidente de Cuba Fidel Castro y a su sucesor, Raúl Castro, por la 
			ayuda prestada a los niños víctimas del accidente nuclear de 
			Chernóbil, informó la Presidencia ucraniana.
			Según un comunicado de prensa, Yanukóvich distinguió a Fidel 
			Castro con la Orden "Al mérito" en primer grado y a su hermano Raúl 
			con la Orden de Yaroslav el Sabio, primer grado, por su "importante 
			contribución al restablecimiento de la salud de los niños de 
			Chernóbil".
			También el ministro de Salud Pública, José Ramón Balaguer 
			Cabrera, fue condecorado con la Orden de Yaroslav el Sabio, en 
			quinto grado.
			Unos 23.000 menores han recibido atención médica en el centro de 
			rehabilitación cubano de Tarará para superar las secuelas del 
			accidente nuclear más grave de la historia, ocurrido en 1986 en la 
			planta nuclear ucraniana de Chernóbil, recuerda el comunicado 
			difundido en la página en internet de la Presidencia ucraniana.
			El presidente ucraniano expresó así su "profundo agradecimiento" 
			a las autoridades cubanas por esta "enorme ayuda" dispensada a 
			Ucrania para superar las consecuencias de la catástrofe nuclear.
			A las 01.24 horas del 26 de abril de 1986 dos explosiones en el 
			reactor número cuatro de la planta de Chernóbil marcaron un antes y 
			un después en la historia del empleo pacífico de la energía atómica.
			La central, cuya avería fue provocada por una cadena de errores 
			humanos, técnicos y de construcción, arrojó a la atmósfera hasta 200 
			toneladas de material fisible con una radiactividad equivalente a 
			entre 100 y 500 bombas atómicas como la que fue lanzada sobre 
			Hiroshima.
			Más de 600.000 bomberos, soldados, funcionarios y voluntarios 
			soviéticos participaron en los trabajos para tapar el reactor 
			destruido y contener la letal radiación, hazaña que a la postre les 
			supondría a muchos la muerte o la invalidez de por vida.
			Según cálculos de expertos ucranianos, la avería de Chernóbil se 
			ha cobrado más de 100.000 vidas en Ucrania, Rusia y Bielorrusia -los 
			otros dos países más afectados por el desastre-, cifra que 
			organizaciones ecologistas, como Greenpeace, elevan hasta 200.000.