En la modesta vivienda del matrimonio formado por Isora Mastrapa
y Osmel Alfonso, desde que ocurrió el sismo el pasado sábado, a los
12 ocupantes habituales se agregaron otros cuatro, entre hijos,
nietos y biznietos, pues quisieron estar unidos tras el gran susto
provocado por un lamentable accidente.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros llegó
hasta allí precisamente para visitar a Jonnys Rodríguez Alfonso, un
niño de 13 años que sufrió una fractura de clavícula y algunos
magullones, como resultado del derrumbe de una pared a medio
construir en su casa, cuando corrió hacia la calle al producirse el
sismo.
Raúl conversó buen rato con Jonnys, su mamá Miosotis y el resto
de los parientes. Los felicitó por ser una familia numerosa y unida;
les habló de la que formaron él y Vilma, de sus hijos, nietos y la
pequeña biznieta; también elogió la del general Pardo Guerra, allí
presente, a la que conoció durante la lucha guerrillera y admira
desde entonces, que llegaron a ser 18 hermanos, aunque tres murieron
pequeños, como era habitual en aquellos tiempos.
Muchos desde la calle observaron el ameno intercambio; la
satisfacción de saber que se está ayudando a esta humilde familia a
reparar los daños, y rieron cuando Raúl estampó su firma y la fecha
en el vendaje enyesado de Jonnys.
Sobraron por tanto razones para ver aguarse algunos ojos y que se
repitieran, como el día anterior, las sinceras muestras de cariño,
confianza y fidelidad a la Revolución y sus principales dirigentes.
No había salido aún el sol cuando Raúl y sus acompañantes tomaron
el camino de San Antonio del Sur, para visitar las obras del
trasvase que conducirá el agua desde la presa Sabanalamar, del otro
lado de las alturas que rodean por el norte a Caujerí, hasta el
embalse Pozo Azul, ubicado en el propio valle.
Durante
la visita al Valle de Caujerí, Raúl y sus acompañantes escucharon
explicaciones sobre las obras del trasvase.
Allí escucharon las explicaciones del teniente coronel de las FAR
José M. Álvarez Véliz, experimentado excavador de túneles y director
de la Empresa Constructora de Obras Hidráulicas, responsable de la
ejecución del trasvase.
También habló Jakeline Montoya, joven arquitecta al frente de la
revitalización del sistema de riego instalado a comienzos de los
años ochenta y muy deteriorado actualmente, tarea que enfrentan
fuerzas del ministerio de la Construcción y el Instituto de Recursos
Hidráulicos.
En resumen, se trata de instalar más de 85 kilómetros de tuberías
de diversos diámetros, tarea que apenas comienza, pero marcha a buen
ritmo. Esta es una obra voluminosa que avanzará, como es lógico, de
manera paulatina en varias etapas.
Permitirá regar unas 1 800 hectáreas de tierras fértiles, con
altas potencialidades de producir alimentos. Además se prevé
edificar pequeñas industrias para procesarlos. Será el comienzo de
una nueva etapa del valle de Caujerí que hace más de tres décadas
vislumbró el compañero Fidel, como un jardín productivo.
Se espera concluir el trasvase para el 30 de junio del presente
año, pues de un total de 1 428 metros de túneles a horadar bajo la
montaña, solo restan unos 300. Ello permitirá que el agua llegue por
gravedad y eliminar así un bombeo que consume tanta energía
eléctrica como los municipios de Imías y San Antonio del Sur juntos,
por lo que la inversión se amortiza en solo tres años.
Raúl destacó la importancia del proyecto en ejecución. Indagó
detalles sobre las producciones agropecuarias de la región y elogió
que cientos de jóvenes estudien actualmente especialidades
vinculadas a ellas, en el instituto politécnico que allí funciona.
Antes de partir de Caujerí, hubo una caminata por el Abra de
Mariana. Esta vía quedó interrumpida como consecuencia del huracán
Flora y se decidió construir otro camino. Hoy se restaura como era
originalmente esta angosta ruta por la que jamás pudo penetrar el
ejército de la dictadura durante la guerra.
Acompañaron a Raúl los miembros del Buró Político Comandante de
la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Vicepresidente de los Consejos
de Estado y de Ministros, y el general de cuerpo de ejército Ramón
Espinosa Martín, viceministro de las FAR; también participaron el
general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor
Nacional de la Defensa Civil; Luis Antonio Torres Iríbar, primer
secretario del Comité Provincial del Partido en Guantánamo, y otros
dirigentes del territorio.