Cuba abogó en la ONU por un sistema de relaciones internacionales
que reduzca las desigualdades y propicie la participación de todos
los países por igual en la adopción de decisiones globales, reporta
Prensa Latina.
La demanda fue expuesta por el encargado de negocios de la misión
permanente de Cuba ante Naciones Unidas, Rodolfo Benítez, al
intervenir en el Diálogo de Alto Nivel sobre los problemas del
financiamiento y el desarrollo.
El diplomático apuntó que sin la implantación de ese nuevo
sistema de relaciones internacionales no habrá soluciones reales a
los problemas de los subdesarrollados.
Los esfuerzos nacionales nunca serán suficientes si no existen
políticas coherentes de desarrollo a nivel internacional que
privilegien la solidaridad y la justicia como bases para las
relaciones entre las naciones, añadió.
Dijo que la reforma de la arquitectura financiera internacional
constituye uno de los puntales del nuevo orden y debe estar basada
en un nuevo paradigma socio-económico que ponga al ser humano en el
centro.
Benítez expresó que Cuba favorece la celebración de una
conferencia de alto nivel bajo la égida de la Asamblea General de la
ONU para examinar ese tema, con la inclusión de todas las naciones.
Naciones Unidas es el único foro democrático representativo con
suficiente poder de convocatoria y ninguna solución proveniente de
grupos exclusivos de países será lo suficientemente legítima y
abarcadora, subrayó.
El diplomático denunció que el mundo continúa sujeto a los
vaivenes de una sola moneda hegemónica y las instituciones
financieras prosiguen aprovechándose de la actual situación de
crisis para imponer condicionalidades a los países en desarrollo.
Al respecto afirmó que el sistema de comercio internacional está
muy lejos de ser verdaderamente abierto, no discriminatorio y
equitativo.
También denunció que, a pesar de las promesas, todavía existe una
brecha de 21 mil millones de dólares con respecto a los compromisos
financieros asumidos por los países desarrollados en 2005 para
asistir a los subdesarrollados.
Resulta imperativo que los primeros incrementen la Asistencia
Oficial para el Desarrollo y cumplan con el compromiso de destinar
el 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto a esos fines, reclamó.
Y aclaró que ese financiamiento tiene que respetar las
prioridades y estrategias nacionales de desarrollo y estar exento de
condicionamientos.