Naciones Unidas, 19 de marzo.— Cuba exigió hoy en Naciones Unidas
el fin del doble rasero y de todas las prácticas o leyes selectivas,
que incitan el tráfico de personas en contra de la legislación
internacional.
Asimismo, rechazó las evaluaciones unilaterales selectivas y
políticamente motivadas que algunos estados poderosos hacen sobre la
actuación del resto de los países en materia de trata de personas.
La postura de Cuba fue expuesta por su representante permanente
ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, durante el debate de un proyecto
del Plan de Acción Global para prevenir el tráfico de personas,
juzgar a los traficantes y proteger y asistir a las víctimas.
El diplomático recordó que su país ha padecido durante muchos
años la llamada Ley de Ajuste adoptada en Estados Unidos, la cual
calificó de criminal, inmoral y discriminatoria, única de su tipo en
el mundo.
Una de las consecuencias directas de esa ley ha sido incentivar
el tráfico de personas y por tanto la muerte de seres humanos, y la
comisión de numerosos hechos delictivos, apuntó el embajador de la
Isla.
En ese sentido, aseguró que no habrá una verdadera solución al
fenómeno del tráfico de personas mientras se sigan aplicando normas
de este tipo.
Núñez Mosquera expresó el respaldo de La Habana a la adopción de
un Plan de Acción Global contra el tráfico de personas por parte de
la Asamblea General, a través de un proceso abierto, transparente e
inclusivo, con la contribución de todos los estados en igualdad de
condiciones.