Pese
a las intensas lluvias registradas en la provincia de Sancti
Spíritus el pasado mes, más de 37 mil 550 pobladores reciben hoy
agua en pipa o carros cisternas, debido a la sequía existente.
Febrero, con 163,4 milímetros de precipitaciones, clasificó como
el más lluvioso de los últimos dos decenios. Sin embargo, dada la
situación que presentan las cuencas subterráneas y las fuentes de
abasto, los copiosos aguaceros solo mitigaron en alguna medida la
seca.
Fredesman Jiménez Bravo, director de la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado, explicó que 34 fuentes de abasto de agua están
parcial o totalmente afectadas en esta región y el bloque Trinidad
continúa como el más dañado, por lo que es necesario trasladar el
líquido a 110 comunidades.
Los nueve embalses del territorio, con una capacidad operacional
superior a mil 200 millones de metros cúbicos de agua, almacenan
solo 316 millones.
En aras de optimizar el uso del líquido la Comisión Provincial de
Enfrentamiento a la sequía determinó regular el fregado de carros en
establecimientos estatales y las entregas al polo turístico de
Trinidad.
Igualmente se desconectaron de las redes de acueducto y
alcantarillado casi la totalidad de los 491 organopónicos y parcelas
existentes en Sancti Spíritus y se continúa el trabajo en los
edificios multifamiliares para reparar las averías en llaves,
tanques e instalaciones hidrosanitarias.
Mientras las autoridades del territorio insisten en el ahorro del
líquido, un estudio realizado en ocho edificios multifamiliares de
la villa del Yayabo arrojó que cerca del 46 por ciento se
desperdicia, signo evidente de la falta de conciencia que persiste
entre muchos espirituanos.