¿Renunciar a las vacas gordas?

Ronald Suárez Rivas

PINAR DEL RÍO.— En medio del auge registrado en los últimos tiempos por la ceba de toros, los ganaderos de esta provincia ven en la ceba de vacas la posibilidad de lograr un aumento apreciable de la productividad y las utilidades.

La experiencia se inició hace varios meses y los resultados son tan prometedores que en algunos territorios se ha prohibido el sacrificio de animales sin haberlos sometido previamente a este proceso.

Foto del autorLa ceba de vacas pretende que cada animal incremente, al menos, 100 kilogramos de peso en un plazo máximo de 120 días.

Filiberto Arocha, director de la Empresa Agropecuaria de Bahía Honda, una de las cinco unidades de Vueltabajo donde se aplica, comenta que el asunto consiste en potenciar el engorde de las reses que concluyeron su vida reproductiva.

"Son vacas que ya dieron 6 ó 7 terneros y entre 2 000 y 3 000 litros de leche. Anteriormente, en cuanto llegaba ese momento, se mandaban directamente al matadero, pero por lo general salían con bajo peso y era muy limitado el aprovechamiento. Imagínese, casi una década pariendo y sometiéndose al ordeño..."

Sin embargo, esa realidad ha empezado a cambiar tras la decisión de enviarlas a los centros de ceba estabulada, donde se les suministra caña, kingras y un suplemento alimenticio, con el objetivo de que cada animal aumente por lo menos 100 kilogramos.

"El propósito es que luego de pasar entre 90 y 120 días en uno de esos establecimientos, todas alcancen los 400 kilogramos", explica Filiberto.

Los resultados preliminares confirman tales aspiraciones. Según el funcionario, en un estudio realizado al primer grupo, arrojó que al cabo de las dos semanas promediaron una ganancia de 1.5 kilogramos diarios, y a partir de las 40 jornadas, el incremento seguía oscilando entre 1 y 1.1 kilogramos.

Pero los beneficios no solo se expresan en unidades de medida del peso. También en términos financieros, el salto es notable.

Ello está dado porque con el aumento de la masa corporal, la mayoría de los animales alcanza la primera categoría, cuyo valor, al momento de vender al matadero, se incrementa más de tres veces.

"A los 17 días de recibir el primer lote de 17 vacas, los muestreos indicaron una ganancia de 8 000 pesos. Con ese antecedente pensamos obtener utilidades de al menos 40 000 pesos al concluir cada ciclo de 20 animales", estima Juan Antonio Fuentes, jefe de producción de la granja Oeste, por donde se inició esta práctica en Pinar del Río.

Allí, motivados por un atractivo sistema salarial, dos hombres se bastan para atender 50 reses.

"Todos los meses debemos incorporar alrededor de 20 que causen baja de la producción por envejecimiento. Por tanto, con el reemplazo garantizado, no hay ninguna dificultad para continuar esta gestión", comenta Juan Antonio.

Entusiasmados con la experiencia, los trabajadores de la empresa agropecuaria de Bahía Honda auguran solvencia económica y toneladas de carne mediante la ceba de vacas.

"Al principio la gente decía que era una locura, pero le hemos puesto empeño y ya se ven los resultados", expresa su director. "Aquí jamás se volverá a sacrificar una res baja de peso".

La decisión es sabia. Si en los próximos ciclos se logran mantener los indicadores registrados en un primer lote —que ya se apresta para ser enviado al matadero— la generalización de esta iniciativa implicaría un crecimiento apreciable de la producción a partir de la misma masa animal, haciendo una valiosa contribución a la ganadería cubana, actividad severamente golpeada por el periodo especial y que hoy se esfuerza por resucitar el tiempo de las vacas gordas.

Según los especialistas, a pesar de tratarse de animales con bajo peso, dedicados durante varios años a la reproducción, la conversión de pastos en carne sigue siendo rentable.

Por tanto, se espera que la extensión de la ceba de vacas permita disponer de un importante volumen de carne que hasta ahora se desaprovechaba, debido a la costumbre generalizada de enviar los animales al matadero en cuanto terminaban su vida útil como reproductoras.

 

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