La llamada ley del "legítimo impedimento", que la oposición
interpreta como un nuevo intento del gobierno para evitar que
Berlusconi acuda a los tribunales, pasó la víspera el examen del
Senado con 169 votos a favor, 126 en contra y tres abstenciones, en
otra polémica sesión parlamentaria. El proyecto de ley se pasó
después de que la Cámara alta aprobara dos nuevos votos de confianza
que el Ejecutivo había planteado a otros tantos artículos del texto
y que suponen la trigésimo primera iniciativa de este tipo que
Berlusconi presenta desde que llegó al poder en el 2008.
Según explicó el gobierno, la ley del "legítimo impedimento", que
ya fue aprobada por la Cámara de los Diputados el pasado 3 de
febrero, es necesaria para que el primer ministro y los miembros de
su gabinete puedan "desarrollar serenamente las funciones atribuidas
por la Constitución y por las leyes". Con la aprobación de la norma
y siempre que los miembros del gobierno decidan acogerse a ella, los
jueces se verán obligados a aplazar el proceso cada seis meses, pero
congelando los tiempos de prescripción de los delitos.
La ley solo estará en vigor 18 meses, según el gobierno, el
tiempo necesario para que se elabore una nueva norma que garantice
la inmunidad a los altos cargos del Estado, el llamado "Laudo Alfano
bis", que retome las bases de la norma que invalidó el pasado
octubre el Tribunal Constitucional, pero que esta vez obtenga el
beneplácito de la Corte.
Berlusconi podrá así suspender, alegando problemas de agenda, los
dos procesos judiciales que tiene en curso en el Tribunal Penal de
Milán: uno por fraude fiscal en la compraventa de derechos
televisivos (caso Mediaset) y otro por corrupción en acto judicial
(caso Mills).
La norma fue aprobada en medio de evidentes muestras de
desacuerdo por parte de la oposición, donde los senadores del
Partido Demócrata (PD) y de Italia de los Valores (IDV) mostraron
ejemplares de la Constitución italiana y, en el caso de estos
últimos, lucieron camisetas con el mensaje: "Berlusconi, déjate
procesar".
"Hay un asesino de la democracia y se llama Silvio Berlusconi
que, tras haber hecho un decreto para maquillar las reglas de las
elecciones, hoy hace que se apruebe con el voto de confianza el
legítimo impedimento que lo pone al amparo a él y a todos los
ministros", dijo ayer el líder de IDV, Antonio Di Pietro, desde la
sede de la Cámara de Diputados. "Yo hago un llamamiento al jefe del
Estado para que abra los ojos e impida esta masacre a la legalidad y
la democracia", añadió, en declaraciones que recogen los medios
italianos.
Por su parte, la presidenta del grupo del PD en el Senado, Anna
Finocchiario, afirmó desde la sede de la Cámara alta que la
aprobación de esta norma supone un "punto de no retorno", un nuevo
ejemplo de "la rotura continua de las normas y de la creación de la
regla hecha a medida para el poderoso".
Sin embargo, el apoyo de los italianos a Berlusconi cayó a su
nivel más bajo desde que el primer ministro inició su tercer mandato
en el 2008, según una encuesta publicada ayer. Un 44% de los
consultados por el instituto Ipr Marketing dijo mantener la
confianza en el magnate, dos puntos menos que en la misma encuesta
del mes pasado. Según el trabajo publicado por el diario de
izquierda La Repubblica, Berlusconi había alcanzado su mayor nivel
de apoyo, un 62%, en octubre del 2008, cuando el gobierno
recientemente elegido comenzó a resolver la crisis de la basura en
Nápoles.
También el apoyo al partido del primer ministro, Pueblo de la
Libertad, cayó a un mínimo del 43%, según la encuesta. La consulta
se realiza con el partido y sus aliados en la región del Lazio
sumidos en una controversia por el registro de sus candidatos para
las elecciones regionales de finales de marzo.