El
cadáver apesta y está insepulto, pero eso no es motivo para que no
se libre una batalla por el control de Radio y TV Martí, a pesar de
que en el último presupuesto del gobierno federal les hayan
recortado unos siete millones de dólares a los fondos asignados a
esas dos emisoras de transmisiones de propaganda anticastrista
dirigidas a la Isla y controladas por la extrema derecha cubana de
Miami.
Pedro Roig, el actual director, se sigue aferrando en su puesto a
pesar de haber sido designado por el gobierno de Bush, pero aduce
que él es solo un buen "profesional" en su trabajo y que, aunque por
razones de formulismo le ha presentado su renuncia a la nueva
administración demócrata del presidente Obama, no oculta sus deseos
de continuar al frente de Radio y TV Martí, un aparato burocrático
con cargos muy bien remunerados y un buen número de "botellas" de
las que disfruta una selecta colección de vividores del anti-castrismo
profesional.
De la otra parte está la Fundación Cubana-Americana con su
presidente José "Pepe" Hernández, que viene haciendo gestiones en
Washington para que se nombre en el puesto de Roig a un recomendado
de Jorge Mas Santos, cuyo nombre mantienen en secreto, como un
"gallo tapado", para evitar —dicen ellos— que lo empiecen a "fotutear"
desde antes de que lo designen en el cargo. El "lobby" en Washington
a favor del candidato de la Fundación, para la dirección de Radio y
TV Martí, lo viene haciendo Joe García, de quien se dijo antes que
aspiraba a ese puesto después que perdiera frente a Mario Díaz-Balart
la batalla electoral por el escaño a congresista del distrito 25 del
sur de la Florida.
La batalla por el control de Radio y TV Martí se pone caliente y
por lo que le han dicho a El Duende, algunos trapos sucios sobre
"botellas" y "amiguitas" de personajes de la política local pronto
saldrán al aire. Por su parte, Pedro Roig parece decir parafraseando
a Martí: "Yo soy un hombre discreto de donde crece la palma y sé
guardar muy bien mis secretos".