China provocará lluvia en las provincias del sur más afectadas
por una prolongada sequía, considerada como la peor en 60 años ante
su intensidad y las pérdidas causadas.
La Administración Meteorológica de China (CMA) informó que sus
oficinas en la zona están listas para bombardear las nubes, con dos
mil 116 dosis de yoduro de plata, sustancia catalizadora que libera
hidrógeno y, al entrar en contacto con el oxígeno de la atmósfera,
acelera las precipitaciones.
Para esa actividad el gobierno asignó dos millones de yuanes
(unos 300 mil dólares), indicó esa fuente, citada hoy por medios de
prensa.
El fenómeno climatológico, que comenzó en septiembre, golpea
sobre todo a las provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan, la región
autónoma de Zhuang de Guangxi y el municipio de Chongqing, donde
unos 15 millones de personas sufren escasez de agua.
También, la cosecha de al menos 3,8 millones de hectáreas está en
peligro y nueve millones de cabezas de ganado quedaron sin un
suministro adecuado del vital líquido.
La más alta prioridad, y para lo cual se han fijado grandes
sumas, es garantizar el abastecimiento de agua potable a la
población, que a raíz de la situación se ha visto obligada a
recorrer muchos kilómetros para acceder a las reservas aún con
existencia del fluido.
La duración, el alcance y el impacto de la sequía son raros, dijo
Chen Zhenlin, portavoz de la CMA.
En mayo pasado el gobierno chino emitió su Libro Blanco sobre
Protección contra los Desastres Naturales, en el que se presentan
los esfuerzos realizados en las últimas décadas en ese sentido y las
pautas a seguir en el futuro.
De acuerdo con ese documento, un 70 por ciento de las ciudades
chinas y un 50 por ciento de la población en general (unos 650
millones) están en riesgo de ser afectados por terremotos, tifones,
inundaciones, sequías y heladas, entre otras adversidades.
Fuentes especializadas pronostican que la situación actual se
extienda hasta mediados de este marzo.