Los accidentes constituyen en Cuba la quinta causa de muerte en
todas las edades, solo antecedidos por las enfermedades del corazón,
el cáncer, las cerebrovasculares e influenza y neumonía, mientras
ocupan la primera en los menores de 1 a 19 años, con una mayor
incidencia en el sexo masculino.
Atendiendo al gran número de fallecimientos y discapacidades que
originan cada año, la prevención se convierte "en una emergencia
sanitaria y social", planteó la doctora Milagros Santacruz
Domínguez, asesora de Pediatría de la Dirección Nacional
Materno-Infantil del Ministerio de Salud Pública.
"En
cuanto a niños y adolescentes se refiere, ello demanda la máxima
responsabilidad familiar, teniendo en cuenta tres factores
primordiales: previsión, tiempo para la vigilancia y disciplina",
subrayó.
Un análisis de las más recientes estadísticas concluye que en el
2008 (las últimas publicadas) se registraron 4 556 defunciones por
accidentes en todas las edades, 316 más que en el 2007.
Las primeras causas que los originan son las de tránsito,
ahogamiento y sumersión en playas y presas, fundamentalmente, y la
electrocución (por corriente eléctrica).
La especialista hizo una alerta en la necesidad de vencer el
sentido fatalista asociado a los accidentes "como uno de los pasos
de mayor importancia en su prevención", porque mayoritariamente no
son "eventos fortuitos" imposibles de predecir. Es posible evitarlos
si incrementamos nuestra percepción de los riesgos prevalecientes en
nuestro entorno.