El Niño en la mirilla

Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu

Mientras varias regiones del mundo sufren desde hace meses intensas lluvias o sequías extremas asociadas a la influencia del evento ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), en Cuba los mayores impactos de este complejo proceso de interacción océano-atmósfera ocurren entre los meses de febrero y abril.

Según las investigaciones hechas por especialistas del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, bajo la presencia del publicitado fenómeno el mencionado trimestre suele ser más lluvioso de lo habitual, y en ocasiones registra un incremento en la entrada de frentes fríos, precedidos por activas bandas de nublados con tormentas eléctricas y otras condiciones de tiempo severo.

Tal situación está asociada al surgimiento más frecuente de bajas extratropicales en el Golfo de México durante esa etapa de la temporada invernal, como sucedió en el año 1983.

Actualmente el ENOS mantiene la categoría de moderado y aunque los modelos no prevén que siga intensificándose, los expertos del Centro del Clima mantienen una vigilancia permanente sobre su evolución y probable influencia en nuestro país.

ENERO SOBRESALIÓ POR EL FRÍO

El primer mes del 2010 clasifica como el cuarto enero más frío del periodo 1971-2010 en Cuba, informaron a este diario fuentes del propio Centro del Clima del Instituto de Meteorología.

Resulta de interés mencionar que durante la primera quincena los registros de temperaturas máximas y mínimas estuvieron muy por debajo de los habituales en gran parte del territorio nacional, debido al predominio casi permanente de masas de aire de origen ártico.

Lo anterior dio lugar a la persistencia de la sensación de frío durante varios días consecutivos en todos los horarios, algo poco frecuente en el archipiélago cubano.

 

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