Recientes lluvias en el estado de Bolívar, que abriga al segundo
río más importante de Venezuela, esperanzan este viernes a los
ciudadanos, castigados por una intensa sequía.
Según datos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh),
las precipitaciones no fueron las primeras del año, pero se
consideran significativas por su duración, reporta Prensa Latina.
Expertos afirman que los lugareños viven un fenómeno atípico,
pues anteriormente la zona tenía lluvias durante casi los 12 meses.
El presidente de Inameh, José Gregorio Sotolano, declaró a la
prensa local que hasta ahora todas las actividades de sembrado de
nubes han generado lluvia, aunque no precisó la cantidad de agua
caída.
Es un proyecto en curso, afirmó.
El presidente venezolano Hugo Chávez consideró como una de las
mejores noticias la lluvia del miércoles sobre el río Caroní, que
alimenta a la represa de El Guri, cauce generador del 70 por ciento
de la electricidad del país suramericano.
Chávez atribuyó el suceso a los trabajos de sembrado de nubes que
comenzaron desde finales de 2009 con asesoría de expertos de Cuba y
países de Europa. Se espera, no obstante, que febrero sea un mes en
el cual predominará la sequía, afirmó por su parte el meteorólogo
local Marco Durán al diario Panorama.
Las lluvias han sido muy dispersas y débiles. Las primeras
precipitaciones de 2010 llegarán en abril", añadió.
El sistema eléctrico de Venezuela, que depende de las fuentes
hídricas para la generación, sufre los embates de la sequía,
asociada a los efectos del fenómeno climatológico El Niño.
El estado del embalse El Guri se torna crítico, diariamente baja
entre 10 y 12 centímetros.
Un reciente decreto gubernamental prevé acelerar las políticas de
ahorro y la ejecución de decenas de proyectos en el sector para
aumentar la generación mediante el empleo de termoeléctricas y otras
variantes.
Al amparo de las nuevas medidas, el gobierno puso en vigor
estímulos y recargos para los grandes consumidores de electricidad,
quienes pudieran recibir descuentos de hasta la mitad de la factura
actual o penalidades que alcancen el 200 por ciento.