Lo mejor del fondo está por llegar

FREDDY PÉREZ CABRERA

SANTA CLARA.— De la Escuela Nacional de Corredores de Fondo de Villa Clara han salido los mejores prospectos de esta especialidad en el país. La campeona panamericana en el maratón, Mariela González, resulta un claro ejemplo.

José Alberto Sánchez Cairo junto a su entrenador Roberto González.

Cuando en 1987 se aplicó la política de desconcentrar ciertas disciplinas, entre ellas el fondo, surgió la idea de establecer el cuartel general aquí en Villa Clara, en la sede de la Facultad de Cultura Física Comandante Manuel Fajardo, dada la tradición de la provincia, con especialistas de la talla de los hermanos Juan Ramón y Juan Antonio Conde, Juan Jesús Linares y Edel Oliva, entre otros.

A principios era un concentrado, según explica Nelson Millares, jefe técnico del colectivo. A mediados de los años 90 experimentó un mayor desarrollo y en 1998 se obtienen las dos primeras medallas.

A partir del 2000 se ha producido una cadena de éxitos, tanto en juvenil como en mayores, lo cual demuestra, al decir de Millares, que la escuela vive su mejor momento, gracias al desarrollo de prospectos de la talla de José Alberto Sánchez, Yoslín Ocampo, en los 3 000 metros; Maury Surel Castillo, en 1 500; Andy González, en 800 metros; Dailín Belmonte, la sustituta de Mariela González, quien con solo 23 años ya le rompió el récord, además de Yudisleivis Castillo, en 5 000 y dos marchistas del nivel de Yanelys Conte y Leisy Rodríguez, oro y plata en el último Centroamericano, algo que nunca se había logrado.

La campeona panamericana Mariela González también se adiestró en la Escuela Nacional de Fondo de Villa Clara.

En dicho certamen, en el cual se participó con un equipo completo, fueron ganadas cinco preseas de oro y cuatro de plata, además, se comenzó el primer año del ciclo olímpico con cuatro marcas de clasificación mundial, sin precedente en la especialidad, reconoce el entrenador, quien no tiene temor a expresar que el futuro del fondo cubano está asegurado.

UN TALENTO EN CIERNES

Dichos resultados ameritan tenerlos más en cuenta a la hora de planificar la participación en los diferentes ciclos competitivos, a fin de conocer todas sus potencialidades.

Un ejemplo de atleta talentoso es José Alberto Sánchez Cairo, quien con solo 23 años ya ha logrado 8:26 en los 3 000 metros con obstáculos, sin haber entrenado nunca en la altura, ni competir contra rivales de consideración en Europa u otros escenarios adonde acuden los mejores del planeta.

El joven oriundo de Corralillo ostenta el récord nacional en su especialidad, la mejor marca del área, es medallista de oro en el panamericano juvenil, también con récord, y ganador de los últimos torneos centroamericanos.

Según su entrenador, Roberto González, el progreso de su pupilo es asombroso. Desde que llegó al centro con solo 15 años logró, en la categoría de cadete, un 5:43; dos años después, ya en los 3 000 con obstáculos hizo un crono de 8:52, marca con la cual hubiera ganado el panamericano juvenil.

En el 2005, bajó a 8:43.86, tiempo que le permitió romper el récord nacional juvenil. Ese año corrió en los Centroamericanos y quedó en plata, mientras que en Cartagena de Indias’06 equivocó el plan de carrera con ventaja de más de 30 metros sobre su rival y logró un bronce.

Más tarde, en los Panamericanos sub 23, ganó el oro, y al año siguiente, en Río de Janeiro, fue por una medalla y la obtuvo, quedando a solo tres segundos del atleta de Estados Unidos, que llegó segundo. En el Campeonato regional de Cali’08, José Alberto no tuvo contrarios, al igual que en el de La Habana’09.

Estos resultados han sido un premio a la dedicación, la disciplina y la voluntad mostradas en los entrenamientos, asegura su preparador. Hoy Sánchez Cairo es el número uno en Centroamérica, el tres a nivel panamericano, y es el mejor en el área América II. De tener posibilidades de incluirse en los circuitos mundiales estaría en condiciones de llegar a una Copa del Mundo por el equipo América II y situarse entre los ocho primeros a nivel mundial, valora González.

José Alberto Sánchez Cairo nació para ser deportista. Primero incursionó en el baloncesto, luego pasó al atletismo y por sus méritos resultó captado para la EIDE Héctor Ruiz, de Santa Clara, cuando solo tenía 12 años.

"Un día Tato, el entrenador de Corralillo, dijo que mis mayores posibilidades como deportista estaban en el atletismo, y no precisamente en la jabalina o la velocidad, que fue por donde empecé, sino en las carreras de fondo, dadas la amplitud del paso y la resistencia mostrada, iniciándome así en esta disciplina, de la cual confieso estar enamorado.

"Pudiera llegar con facilidad a 8:20 si tuviera rivales que me presionaran durante la carrera. Soy un atleta muy técnico a la hora de vencer los obstáculos y considero que la mayor fortaleza está en los finales, donde para ganarme hay que dejar las zapatillas en el terreno", asegura.

El gran sueño de Cairo es poder darle un alegrón al pueblo y estar entre los seis finalistas de una olimpiada o un mundial. Calidad tiene de sobra para lograrlo, entonces, lo mejor está por llegar.

 

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