NACIONES UNIDAS, 5 de febrero.— Cuba defendió en Naciones Unidas el
compromiso y el deber de cumplir con la solidaridad hacia los países
más necesitados del mundo, sobre todo subdesarrollados, y abogó por
la promoción de sociedades más justas y humanas dentro de cada
Estado, reportó PL.
Comunidades que garanticen una distribución más equitativa de la
riqueza nacional y que eviten que tales recursos terminen, como
siempre, en las arcas de las corporaciones transnacionales y los
grandes bancos del Norte, son las que debemos desarrollar, advirtió
Pedro Núñez Mosquera, representante permanente de Cuba ante la ONU
en la Comisión de las Naciones Unidas, que da seguimiento a la
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en
1995.
El Embajador denunció que la injusticia y la exclusión,
producidas por el actual orden internacional, impactan cada vez más
en la marginación de una parte importante de las naciones del Sur,
lo que provoca que el hambre, la pobreza extrema, el analfabetismo,
la insalubridad y la muerte prematura sigan siendo una constante en
un gran número de esos países.