El plan de la provincia para la campaña recién abierta es de 101
300 toneladas y con un rendimiento superior a las 22 toneladas por
hectárea.
El ingeniero José Manuel Martínez, director de cultivos varios
del territorio, agregó que 11 de sus empresas sembraron en esta
ocasión 4 562,8 hectáreas. Esos colectivos, dijo, asumen el mayor
peso en la producción nacional. Destacó, además, que en las cerca de
50 hectáreas seleccionadas en la CPA para abrir la campaña del 2010,
se utilizaron semillas cubanas.
En los próximos días se incorporarán a la recolección del
tubérculo —no muy favorecida, debido a las altas temperaturas—,
Ciego de Ávila, Cienfuegos, Villa Clara y Matanzas.
La siembra de papa, en la que por sus características se utilizan
valiosos insumos adquiridos en el exterior, se localiza entre Pinar
del Río y Ciego de Ávila. Por eso son imprescindibles la
organización y la disciplina, sacar en el día solo los volúmenes que
se vayan a recoger, realizar la cosecha de forma transversal para
utilizar el transporte con más eficiencia y acometer el inmediato
resaque, acción que protege al tubérculo.
Al dialogar con los trabajadores enfrascados en la tarea, Ulises
Rosales del Toro, miembro del Buró Político del Partido y ministro
de la Agricultura, les dijo que de los resultados de su labor
dependerá el obtener, en menor superficie plantada, igual producción
que el pasado año y hasta más en algunos colectivos.
Mencionó como resorte estimulador de la productividad el pago por
saco, cuyo peso no puede ser inferior a las 100 libras.
Ulises Guilarte de Nacimiento, primer secretario del Partido en
La Habana, quien igualmente estuvo junto a los cooperativistas en la
jornada inicial, dijo que la CPA Cuba-México puede repetir los
resultados de la campaña precedente: ocupar, en menos de siete días,
las tierras liberadas de papa. Insistió en la importancia de cumplir
el programa de siembra en rotación, según lo estipulado para cada
finca y máquina de riego, y explotar bien los medios disponibles.