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París y Berlín consolidan proyección de locomotora europea

PARÍS, 4 de febrero (PL).— Alemania y Francia dieron nuevos pasos que consolidan sus proyecciones de locomotora europea, en un abanico de dominios que priorizan tanto la economía como el tema del cambio climático.

El llamado eje París-Berlín, con diferencias a veces no tan semánticas, parece avanzar a pasos acelerados a partir de la empatía de la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Durante el consejo de ministros franco-germano, efectuado hoy en esta capital, Merkel y Sarkozy dejaron en claro sus deseos de impulsar en el seno de la Unión Europea (UE) un Gobierno Económico y una agenda de trabajo hacia el año 2020.

De hecho, irán a Bruselas el 11 de febrero con un documento de 80 medidas que propondrán a la UE en el seno del Consejo Europeo, entre las que incluyen establecer nuevos indicadores para medir el crecimiento económico.

Según textos entregados a la prensa y las propias declaraciones de Merkel y Sarkozy, Alemania y Francia quieren que el bloque comunitario tenga en cuenta aspectos como el bienestar sanitario, social o medioambiental a la hora de evaluar las economías.

Se basan en las recomendaciones de los premios Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Amartya Sen, que servirán para calcular mejor el Producto Interior Bruto (PIB).

Ante los resquemores que desde hace rato despierta en no pocos integrantes de la UE, Sarkozy subrayó que este liderazgo franco-alemán no se dirige contra nadie . Siempre que exista una Europa fuerte, nuestros países deben trabajar juntos, acotó.

Estamos dispuestos a aceptar críticas, pero debemos terminar con las promesas que luego no se cumplen, enfatizó el jefe de Estado galo.

Berlín y París indicaron que ya vencido el debate institucional en el continente, los esfuerzos deben encaminarse a una acción concreta al servicio de sus ciudadanos y de sus empresas, preservando el medio ambiente, que es nuestra herencia común .

En tal sentido, remarcaron la necesidad de vigilar los tipos de cambio con la zona euro y reafirmaron su compromiso con el Pacto de Estabilidad y, en particular, con la meta de que el déficit sea inferior al tres por ciento del PIB en 2013.

Al mismo tiempo, resaltaron los deseos de establecer una regulación financiera internacional robusta y armonizada para garantizar unas reglas del juego equitativas en la reglamentación y la supervisión, a través del G8 y G20.

Los dos gobernantes aprovecharon la ocasión para reiterar el espaldarazo al programa de construcción del avión militar A400M, con grandes retrasos y pérdidas económicas hasta el momento.

 

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