Los estudiantes
afectos a la oposición venezolana carecen de una consigna coherente
que respalde sus protestas, aseguró la defensora del pueblo,
Gabriela Ramírez.
De acuerdo con la representante del Poder Ciudadano, la falta de
argumentos los convierte en manifestantes bien distanciados del
movimiento estudiantil que durante la llamada cuarta república
(1958-1998) salió a las calles.
Uno extraña el movimiento estudiantil que tenía una consigna
coherente. No existe una coherencia en sus demandas. Es bastante
complejo apoyar a esos muchachos en la transformación que exigen, si
realmente no tienen una razón sostenida para estar en la calle,
expuso en una entrevista con Venevisión.
En los últimos días, grupos de universitarios y liceístas han
protagonizado disturbios en varios puntos del país, postura con
saldo de dos muertos, destrozos materiales y policías y guardias
heridos.
Para la defensora del pueblo, la violencia no puede ser el camino
de manifestar criterios.
Si pequeños grupos focalizados atentan contra el derecho de
expresarse pacíficamente del resto, deben actuar los cuerpos de
seguridad. Corresponde al Estado preservar la paz, dijo al canal
privado.
Ramírez defendió el diálogo como mecanismo de solución de
conflictos y ratificó el derecho a la protesta.
Dirigentes y diputados socialistas acusan a los partidos
tradicionales de utilizar a adolescentes y jóvenes para sembrar
violencia.
Los viejos políticos usan a estudiantes como carne de cañón
porque saben que ante el pueblo carecen de credibilidad, advierten.