Castillo comentó a reporteros que los norteamericanos conocían que sus documentos no estaban en regla cuando procedieron a trasladar los pequeños fuera de la nación antillana.

Advertimos a Laura Silsby, líder del grupo, para que procurare obtener los papeles apropiados o le auguré problemas cuando llegara la frontera, afirmó el diplomático.

Cuatro horas después de esta conversación el fin de semana pasado, Silsby y otros nueve estadounidense fueron detenidos por autoridades haitianas y conducidos a una prisión en Puerto Príncipe.

Algunos de los arrestados comentaron a la policía que ignoraban características del procedimiento legal y pensaban que tutores de los infantes les habían dado su autorización por medio de intérpretes.

Según fuentes de prensa norteamericanas, los 10 individuos enfrentarán cargos judiciales por presuntamente pertenecer a una banda dedicada al tráfico de personas aprovechando la situación catastrófica en la isla.

Los sujetos fueron capturados cuando trataban de atravesar la frontera con República Dominicana y alegaron ser miembros de un grupo religioso llamado New Life Children's Refuge.

Según autoridades haitianas, se trata de cinco hombres y cinco mujeres y los 33 menores secuestrados están entre las edades de dos meses y 12 años.

La mayoría de los acusados pertenece a una congregación no gubernamental de Idaho y carecían de documentos correctos para responder sobre el traslado de los infantes.