Convencido de que jugó un buen torneo y con la mente puesta en su
próximo compromiso, se declaró hoy el cubano Leinier Domínguez,
recién actuante en el torneo Corus, primer Grand Slam del ajedrez
internacional.
Pese a lograr medio punto menos que hace un año, fui más sólido y
jugué a mejor nivel, dijo refiriéndose a la cita de la ciudad
holandesa de Wijk aan Zee, en la que finalizó noveno, con 6,5
puntos, de 13 posibles.
Domínguez, número 25 del ranking mundial y primero de América por
sus dos mil 712 unidades Elo, adicionó 1,1 a ese coeficiente, saldo
que lo mantiene en la privilegiada élite de los dos mil 700, solo
ocupada por 34 hombres.
Una victoria, un revés y 11 tablas fue el cómputo general del
ídolo de Güines, quien reconoció haber realizado muy buena
preparación, en la que incluyó nuevas variantes de aperturas que
mostrará en el resto de la temporada.
Abordado sobre la derrota ante el noruego Magnus Carlsen, ganador
del torneo con 8,5 unidades, reconoció que cometió errores graves en
un apuro de tiempo y ello le costó caer.
No fue un problema de la apertura. Volví a utilizar la Grunfeld
porque es una defensa que conozco bien, y al mejor hay que
enfrentarlo con las mejores armas, aseguró sin dudar y explicó que
la novedad utilizada por el nórdico no fue definitoria.
Sobre los próximos compromisos, ratificó que se tomará muy en
serio la preparación para el Melody Amber, del 12 al 25 de marzo en
Niza, Francia, donde el sistema de competencia será semi rápido y a
las ciegas.