Luego de cerrar 2009 
			con más de 60 toneladas de drogas incautadas y ocho mil 700 
			narcotraficantes detenidos, el gobierno de Venezuela fortalece sus 
			medidas de prevención y enfrentamiento para combatir el flagelo en 
			un complejo escenario.
			Particular amenaza representa la instalación de siete bases 
			militares estadounidenses en Colombia, principal productor mundial 
			de estupefacientes con el cual tiene dos mil 219 kilómetros de 
			frontera.
			De acuerdo con el presidente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), 
			coronel Néstor Reverol, la presencia norteamericana en territorios 
			foráneos sólo ha conseguido disparar el trasiego de estupefacientes.
			Afganistán y la propia Colombia constituyen prueba de ello. En el 
			país centroasiático aumentó el cultivo de amapola y hoy suministra 
			el 93 por ciento de la heroína, mientras en la vecina nación el plan 
			impuesto por Washington resultó un fracaso, explicó a Prensa Latina.
			En 1999 existía allí capacidad para producir 600 toneladas de 
			cocaína, potencialidad intacta una década después a pesar de los mil 
			400 millones de dólares invertidos por Washington en suelo 
			neogranadino, donde existen hoy 81 mil hectáreas sembradas de coca, 
			precisó.
			Según el funcionario, ante semejante panorama el gobierno 
			potenciará en 2010 la vigilancia de zonas limítrofes, considerando 
			que las 32,3 toneladas de marihuana y las 27,7 de cocaína ocupadas 
			en 2009 procedían de Colombia.
			También incrementaremos los controles en puertos y aeropuertos, a 
			partir del empleo de modernos equipos de detección no intrusiva 
			(destinados a revisar personas y cargas sin entrar en contacto 
			directo con las mismas), expuso.
			Reverol destacó además las coordinaciones con la Aduana y la 
			Guardia Nacional Bolivariana para crear unidades de control a las 
			exportaciones en los principales puertos, La Guaira, Puerto Cabello 
			y Maracaibo.
			Otra medida prevista es la llegada de aviones chinos de 
			reconocimiento K-8, que junto a los radares de ese país fortalecerán 
			la vigilancia fronteriza, dijo.
			Para el jefe de la ONA, los multimillonarios recursos invertidos 
			ratifican el compromiso del presidente Hugo Chávez de combatir el 
			narcotráfico.
			En el orden interno, 2010 será un año de prevención y 
			capacitación para reducir el consumo de drogas en la población, 
			aseveró Reverol, quien señaló como prioridad alejar los 
			estupefacientes de los niños, adolescentes y jóvenes.
			De acuerdo con el dirigente, en ese sentido el gobierno aumentará 
			las campañas de información y la preparación de cientos de miles de 
			activistas comunitarios.
			Una de las acciones de mayor trascendencia fue la activación el 4 
			de enero del Fondo Nacional Antidrogas, instrumento 
			técnico-financiero que obligará a las empresas públicas y privadas 
			con más de 50 trabajadores a destinar recursos a la lucha contra el 
			flagelo.
			Se trata de la responsabilidad compartida de la sociedad, señaló.
			Reverol también resaltó los proyectos de consolidación de un 
			sistema nacional de tratamiento a las adicciones.
			Contaremos con el apoyo de Cuba para crear centros de orientación 
			familiar en los municipios, unidades especializadas de prevención y 
			atención integral en los estados, y comunidades terapéuticas 
			socialistas en las regiones, precisó.