Detrás de la noticia

Vestirse de blanco

JENNIFER Z. ARIAS, ESTUDIANTE DE PERIODISMO

Si bien el color blanco es asociado con atributos preestablecidos que forman parte de la cultura universal, como sinónimo de pureza, limpieza y paz, en los últimos tiempos se le quiere añadir otra utilidad insospechada.

Pintar de blanco los techos de todas las ciudades del mundo podría enfriar significativamente las temperaturas en las áreas urbanas y ayudar a aliviar el impacto del calentamiento global, dice un estudio revelado en Washington.

Si tenemos en cuenta que hoy por hoy todo lo relacionado con el clima reviste especial importancia, entendemos el porqué un Premio Nobel de Física como el norteamericano Stephen Chu, haya avalado esa propuesta.

La idea acoge a seguidores en el Centro Nacional para la Investigación Climática de Estados Unidos, quienes opinan que la misma tiene amplias posibilidades.

Sin dudas es un hecho consumado que el cambio climático golpea más fuerte a las ciudades, que a las zonas rurales, pues las urbes, con su asfalto oscuro y sus techos recubiertos con alquitrán, absorben el calor del sol. De allí las llamadas "islas de calor", donde la temperatura es entre uno y tres grados centígrados mayor que en las áreas rurales.

Los investigadores de este singular hecho utilizaron un modelo por computadora para simular cuánta radiación solar absorben las superficies urbanas, y determinaron que, si todos los techos de las ciudades fueran pintados de blanco, el efecto de las "islas de calor" se podría reducir en un 33%.

Tal vez sea esta una opción más para "purificar" el mal ocasionado al medio ambiente y a nuestra propia supervivencia. Y qué mejor para ello que iniciativas como las de vestir a nuestras ciudades de blanco.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas | Especiales |

SubirSubir