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La vigencia del pensamiento del Héroe Nacional cubano, José Martí,
fue destacada hoy en un acto por el aniversario 157 de su natalicio,
efectuado frente a su busto en la Plaza Burutí, de esta capital.
Bajo un sol radiante, como gustaba a Martí, y ante unos 150
asistentes, el embajador de Cuba en Brasil, Carlos Zamora, destacó
en particular la actualidad del ensayo martiano Nuestra América, que
precisamente hoy cumple 119 años de haber sido publicado primera
vez, en México.
Condensado en ese conciso, breve y profundo ensayo está no sólo
la historia de nuestro continente, sino la esencia de los problemas
que aquejan hoy a nuestra América, sostuvo Zamora.
Al hablar en particular de la situación en Haití, devastado por
un fuerte terremoto el pasado día 12, el embajador cubano señaló que
más allá del mundo idílico que las transnacionales de la información
difunden a diario, el desastre natural en esa nación caribeña
descubre la verdadera realidad de siglos de colonialismo y
explotación de nuestros pueblos.
Haití es hoy una oportunidad para mitigar el dolor de quienes
sufrieron el sismo, sino también para cambiar y transformar el
enfoque que permita a ese pueblo hermano alcanzar el futuro que
merece.
"Cuba, pobre y pequeña, no llegó a Haití después de esta
tragedia. Nuestro país ya estaba en Haití cuando la tragedia",
aseguró al referirse a los 417 profesionales cubanos de la salud que
se encontraban en esa nación ayudando al pueblo haitiano.
Recordó que muchos han sido los debates de la comunidad
internacional sobre cómo abordar el tema de Haití y la postura de
Cuba siempre ha sido que la solución del problema de esa nación no
estaba en enviar tropas ni intervenir.
Cuba planteó en esos foros la necesidad de que la comunidad
internacional uniera esfuerzos para levantar las instituciones y
fortalecer la capacidad del propio pueblo haitiano para andar por si
solos.
Zamora indicó que por una parte se enviaron tropas y por la otra
Cuba asumió la colaboración con el sistema de salud de Haití y por
eso nuestros profesionales del sector estaban allí cuando ocurrió el
terremoto.
No trabajando para ser captados por la televisión ni para tener
protagonismos vanos e inútiles, sino para ayudar de verdad, como lo
demuestran el envío de más profesionales cubanos de la salud para
fortalecer la labor de los que ya estaban allá, sostuvo.
Un total de 500 cubanos y 249 haitianos graduados de manera
gratuita como médicos en Cuba, o en último año de la carrera
trabajan en 23 centros asistenciales, varios de ellos hospitales en
la propia capital, Puerto Príncipe.
Esa brigada hasta antes del 28 de enero ha prestado atención
médica a 35 mil 213 haitianos, de los cuales dos mil 750 fueron
intervenidos quirúrgicamente.
Denunció que la ayuda humanitaria no llega plenamente a Haití,
por lo cual reclamó un rol de la Organización de las Naciones Unidas
para coordinar este esfuerzo, el cual no es obra que pueda asumir o
monopolizar algún país por si sólo.
Zamora destacó que la actividad en Brasil para celebrar el
natalicio de Martí fue posible gracias al esfuerzo conjunto de los
cubanos residentes en este país y de las organizaciones de
solidaridad con la isla caribeña.
"Puedo decir como simple cubano que José Martí es la esencia de
la dignidad, el valor, la valentía y la calidad del pueblo cubano",
sentenció Zamora.
Además, el embajador resaltó los resultados del encuentro,
concluido ayer en La Habana, entre las autoridades cubanas con
representantes de 106 organizaciones de cubanos residentes en 44
países, para fortalecer las relaciones del gobierno con su
emigración a fin de trabajar juntos por el futuro de nuestra patria.
Un acuerdo fundamental y básico fue la manifestación fuerte y
vibrante de nuestros hermanos residentes en el exterior rechazando
el bloqueo económico que por casi cinco décadas mantiene Estados
Unidos contra Cuba, precisó el embajador.
Al acto asistieron los embajadores de Venezuela, Julio García
Montoya; de República Dominicana, Héctor Dionisio Pérez; de Uruguay,
Carlos Amorín; y de Panamá, Gabriela García; así como la encargada
de negocios de Bolivia, Cristina Lindo, y otros miembros del cuerpo
diplomático acreditado en Brasil.