Dos memorables actuaciones de la producción fílmica cubana más
reciente merecieron los Premios Caricato, que concede anualmente la
Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC para reconocer los
mejores desempeños interpretativos.
En este caso la distinción que lleva el nombre de Tomás Gutiérrez
Alea recayó en Rosa Vasconcelos, por la Iluminada de El premio
flaco, de Juan Carlos Cremata, y Mario Guerra, por el sastre de
Ciudad en rojo, de Rebeca Chávez.
Los lauros que honran a Francisco Covarrubias, uno de los
fundadores del teatro vernáculo, fueron a parar a manos de Ivanesa
Cabrera, Waldo Franco, Pancho García y Carlos Celdrán, en el
concurso de actuación de radio Antonio Valdés sobresalieron Teresa
Rúa e Iván Pérez.
Durante la gala efectuada en el teatro Mella fueron reconocidas
con el premio Edwin Fernández las actuaciones para niños y jóvenes
en televisión de Lisandra Arteaga y Rodolfo Boucourt; y en teatro a
Judith Martín y Falconery Escobar. Los lauros en TV, que recuerdan a
Enrique Santiesteban, se adjudicaron a Yanisei Soria y Tomás Cao.
Para estimular a los jóvenes, la UNEAC concedió los premios
Adolfo Llauradó a Yania Penalba y Alexander Díaz, y con una nota
excepcional a Yuliet Cruz.
En el capítulo de las actuaciones humorísticas el lauro Eloísa
Álvarez Guedes llegó a Yerlín Pérez, Miguel Moreno (La Llave) y
Rigoberto Ferrera.