TEGUCIGALPA, 27 de enero (PL) — El ex presidente de Honduras
Manuel Zelaya viajó hoy a República Dominicana tras la investidura
de su sucesor, Porfirio Lobo, quien ganó la primera magistratura en
unos comicios organizados por un régimen de facto.
Pese al golpe de Estado que lo alejó del poder en junio de 2009 y
a las continuas presiones del régimen dictatorial para que
renunciara a su cargo, Zelaya mantuvo su promesa de continuar como
presidente legítimo de esta nación centroamericana hasta la fecha
prevista para la sucesión.
Como estaba previsto, tras la asunción de Lobo, el ex mandatario
se dirigió a Santo Domingo acompañado del presidente de ese país
Leonel Fernández, su esposa y una hija.
Miles de hondureños marcharon hacia el aeropuerto de Tegucigalpa
para despedirlo y expresar sus deseos de que regrese pronto.
El Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado
señaló en el aeropuerto que mantendrá la lucha iniciada por Zelaya
por una nación más democrática.
"Nosotros queremos cambios sociales, queremos que el pueblo tome
el poder y que nuestro presidente también vuelva muy pronto",
expresó Sara Ávila, una estudiante de 25 años.
Los miembros de la Resistencia protagonizaron históricas marchas
para lograr la restitución en el poder del ex presidente, cuyo
mandato de cuatro años culminó este miércoles.
"La lucha del pueblo, la lucha de la Resistencia, se trasladará
ahora hacia la toma del poder", dijo por su parte el coordinador del
Frente, Juan Barahona.
El 28 de junio de 2009 Zelaya fue expulsado por militares del
país, al que volvió de incógnito en septiembre y se refugió en la
embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde estuvo hasta hoy.
Desde allí repudió en noviembre las cuestionadas elecciones bajo
el régimen de facto y apoyó las acciones de la resistencia,
movimiento que ganó la lucha por la abstención con más del 60 por
ciento y desconoció al ganador en esos comicios, Porfirio Lobo.
El nuevo gobernante hondureño asumió este miércoles la
presidencia de Honduras en una ceremonia marcada por la ausencia de
la inmensa mayoría de los mandatarios del mundo, quienes
desconocieron las votaciones en que fue electo.
Lobo tiene ahora las riendas de una Honduras dividida, escaso
respaldo de la comunidad internacional y el rechazo de sectores
populares que ven a su gobierno como una derivación del golpe de
Estado.
Zelaya, por su parte, viaja a República Dominicana como huésped y
no exiliado tras un acuerdo entre el presidente Leonel Fernández y
Porfirio Lobo.
Al respecto señaló durante una visita a México en agosto: Lo
único que yo no aceptaré nunca es estar desterrado, exiliado, o
repatriado de la patria que me vio nacer y por la cual estoy
dispuesto a luchar y a morir de forma permanente.
"Mi idea es regresar un día, no sé cuanto tiempo pasará, pero sí
regresaré. Yo soy un hondureño de verdad", dijo Zelaya a Radio
Globo.