La segunda operación de trasplante de cara en España y novena del
mundo concluyó en un hospital de la comunidad autónoma de Andalucía,
tras casi 30 horas de trabajo de un equipo integrado por 23
especialistas.
Un comunicado difundido este miércoles por la Consejería de Salud
andaluza omitió detalles sobre los resultados de la intervención
quirúrgica, que comenzó la víspera y concluyó esta madrugada en el
hospital Virgen del Rocío de la ciudad de Sevilla.
Sólo bajo criterios estrictamente facultativos, atendiendo a la
evolución del paciente y velando por su bienestar y recuperación, se
dará cuenta de las novedades que se produzcan así como de los
detalles de la intervención, precisó el texto.
En la nota tampoco se facilitan datos sobre la identidad y el
sexo del receptor y del donante, y por pedido expreso del primero y
su familia se solicita la máxima discreción de los medios de
comunicación.
Se trata de la primera operación de trasplante de rostro en la
sureña Andalucía y la segunda en este país ibérico, después de la
realizada en agosto pasado en el Hospital Universitario la Fe, de
Valencia, por un equipo dirigido por el doctor Pedro Cavadas.
El equipo de extracción e implante estuvo integrado por cinco
cirujanos plásticos y cuatro maxilofaciales, tres anestesistas, un
oftalmólogo, tres médicos residentes (Cirugía Plástica, Cirugía
Maxilofacial y Oftalmología), seis profesionales de enfermería y un
anaplastólogo.
En agosto de 2009, cuando se llevo a cabo la primera operación de
este tipo en España, el receptor fue un hombre de 43 años que
recibió los tejidos faciales de otra persona del mismo sexo de 35
años, fallecido en un accidente de tráfico.
El proceso de trasplante de cara consta de dos fases: en la
primera se extirpan los tejidos que se quieren injertar, con sus
vasos sanguíneos y sus terminaciones nerviosas, mientras que en la
segunda se adaptan al beneficiario.
Previo a ello, hay un paso con un alto coste emocional, que los
allegados del candidato a donante concedan el permiso para la
intervención.
Aunque España es uno de los países con una menor tasa de
negativas familiares para permitir que se extraigan órganos de un
cadáver e implantarlos en otra persona, la tasa de denegaciones se
sitúa en 17 por ciento, siendo aún más complejo cuando.
La decisión se torna más complicada cuando se trata de una cara,
apuntaron entendidos en la materia.
A los dos trasplantes de esta nación europea, se suman, a nivel
planetario, los cuatro realizados en Francia, dos en Estados Unidos
y uno en China.