Se trata de la posible asistencia de Cuba a los Juegos
Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, a propósito de lo cual el
presidente de esa entidad, José Ramón Fernández, accedió a responder
algunas interrogantes.
¿Permanece la voluntad de participar?
Nuestros atletas continúan su preparación, y cada día aumenta la
intensidad de la misma, de acuerdo con los planes de entrenamiento y
la existencia de una voluntad manifiesta de asistir. Contamos con el
soporte económico necesario, pero también tenemos la responsabilidad
de exigir se cumpla con los justos reclamos que estamos haciendo
desde el mismo momento en que se otorgó la sede a Mayagüez y que
están vigentes para los Comités Organizadores hace años.
¿Los que fueron enumerados en la información del Comité Olímpico
Cubano?
Exactamente. Estamos hablando de visado a toda su delegación sin
excepción, permiso de aterrizaje en un aeropuerto apropiado en
territorio puertorriqueño y la seguridad de que no serán confiscados
los aviones charter utilizados, así como garantía para la entrada y
salida de los implementos y demás equipamientos necesarios para la
lid.
Que las condiciones de alojamiento, transportación interna y
otras facilidades sean las mismas que las asignadas al resto de las
delegaciones, y se permita el acceso de la prensa y otros
integrantes del grupo de apoyo también existentes en las otras
embajadas atléticas.
Y muy especialmente que se implanten condiciones de seguridad y
tranquilidad.
Los despachos de prensa insisten en que en la sede continúan las
acciones a favor de la presencia cubana.
La semana pasada expresamos públicamente nuestro reconocimiento a
los muchos esfuerzos realizados desde Puerto Rico, pero ninguno ha
conseguido asegurar el cumplimiento de las justas condiciones
planteadas por nuestro país.
Ese es un paso que, de acuerdo con el estatus puertorriqueño de
Estado Libre Asociado, deberá garantizar el gobierno de los Estados
Unidos al Comité Organizador.
¿Ha sido informado de algún paso reciente que merezca ser
comentado?
Hace unas horas recibimos la información de que la señora Janice
L. Jacobs, subsecretaria en Asuntos Consulares del Departamento de
Estado del gobierno de los Estados Unidos de América, había enviado
una carta al señor Felipe Pérez Grajales, presidente del Comité
Organizador de Mayagüez 2010, y la tenemos, pero ciertamente tampoco
brinda respuesta al tema de la delegación cubana. Ni siquiera lo
menciona.
Se ha difundido el propósito puertorriqueño de implementar
acciones "organizacionales en el área de seguridad".
Hay realidades que los trascienden y para las que no tienen
solución ni garantías. Por solo citarte un ejemplo, insistimos en
que nosotros no admitiríamos bajo ningún concepto que a la
delegación cubana se le aplique a su arribo a territorio
puertorriqueño el tratamiento reservado a los ciudadanos de países
considerados terroristas, y debemos recordar que el gobierno de los
Estados Unidos nos ha dado ese estatus de manera arbitraria, un
ataque respecto al cual ya el MINREX y el movimiento deportivo
cubano han expresado su total rechazo.
Jamás permitiremos que a nuestros campeones, a nuestros atletas,
entrenadores o a cualquier miembro de la delegación cubana se les
someta a ultrajantes registros o cacheos personales. Eso sería
inadmisible.
Por otra parte, se supone que un evento de esta naturaleza sea
escenario de fiesta deportiva, de confraternidad, de intercambio
sano entre las naciones participantes, y para ello las sedes deben
garantizar ese precepto. Sin embargo, las experiencias acumuladas en
San Juan 66, Ponce 93 y el I Clásico Mundial de Béisbol del año 2006
son negativas, porque en todos los casos nuestros atletas se vieron
sometidos a un sinfín de provocaciones orquestadas por grupos
inescrupulosos que ya se preparan para repetir su triste y
bochornoso papel.
¿Hasta cuándo esperará Cuba para oficializar su decisión?
Reitero, tenemos la voluntad de asistir a Mayagüez, y fieles a
ese pensamiento hemos sido pacientes, éticos, comprometidos con
nuestro interés y el respaldo de las autoridades y la afición
puertorriqueñas. Pero es un hecho que el tiempo comienza a agotarse
y aunque la voluntad es de participar las respuestas que requerimos
siguen pendientes.