El 28 de enero de 1960 se cumplían 107 años del natalicio de José
Martí, Apóstol de la libertad en Cuba. Ese día el antiguo Cuartel
Moncada, en la ciudad de Santiago de Cuba, se convirtió en la Ciudad
Escolar 26 de Julio y desde entonces acá más de 16 mil niños se
iluminaron en sus predios con la luz de la enseñanza.
En aquella histórica jornada la fortaleza militar se volvió un
bastión de los pinos nuevos, y tras un siglo de historia marcada por
el crimen y la ignominia, devino en símbolo de la política de la
Revolución en el terreno educacional.
Materializando la promesa de Fidel de convertir en escuelas los
cuarteles, la luz de la alegría infantil brotó de las mazmorras
transformadas en aulas, que hasta el día del triunfo de la
Revolución cubana fueron símbolos de represión.
Representativo los éxitos de la educación cubana, el centro
educacional está asociado por sus resultados a la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) y utiliza sus escenarios naturales para potenciar el
aprendizaje a partir de su propio medio histórico.
El edificio nació con el nombre Nuevo Presidio, construido por el
brigadier Carlos Vargas en 1859 para ejecutar la idea de Miguel
Tacón, gobernador de la isla de Cuba, de un presidio-cuartel en el
oriente del país para confinar a los insurrectos cubanos.
Tras el estallido de la Guerra de los Diez Años el recinto fue
renombrado Reina Mercedes y cumplió los fines militares de albergar
a las tropas que operaban contra los independentistas cubanos.
En esa etapa, cientos de luchadores sufrieron cautiverio y
torturas en la fortaleza; entre ellos el general mambí Guillermón
Moncada, en cuyo honor fue rebautizada la fortaleza tras el fin de
la dominación colonial española, como propuesta del general
Saturnino Lora, su compañero de armas.
En la etapa republicana, el Cuartel Moncada, se convirtió en
reducto de las fuerzas militares y continuó siendo sitio de
reclusión para los luchadores revolucionarios.
En 1953, cuando se celebraba el centenario del natalicio de,
Martí un centenar de jóvenes conducidos por Fidel Castro asaltó la
fortaleza para rebelarse contra la tiranía de Fulgencio Batista,
hecho que inició una nueva etapa de luchas en el pueblo cubano que
culminaría el Primero de Enero de 1959.
La acción desencadenó una oleada de represión en que fueron
torturados y asesinados 55 de aquellos jóvenes, -sumados a otros
seis que cayeron en la acción.
Hoy son recordados en el sitio, que guardó uno de sus espacios
como museo, tras su conversión en escuela.
Cuando Fidel anunció la idea de convertir la fortaleza en colegio
y derrumbó las primeras murallas, el pueblo contribuyó a que las
barracas que un día alojaron soldados, se convirtiesen en aulas y en
lugar de gritos y metales de artillería, sonara allí la risa de los
niños.
No tomamos la fortaleza el 26 de julio, ni la tomamos el día
Primero de enero expresó Fidel Castro aquel 28 de enero de 1960, hoy
la hemos convertido en un centro de enseñanza, hoy sí hemos ganado
esta batalla, sentenció.
A 50 años de su instauración como institución educacional, la
Ciudad Escolar 26 de Julio estimula la participación de sus
educandos en los proyectos Por una cultura de paz y por los Derechos
de las niñas y niños, entre otros que apoyan el proceso de
perfeccionamiento educacional en Cuba.
Con una matrícula de mil 868 estudiantes y casi 150 docentes, el
centro dirige su trabajo pedagógico de manera paralela al vínculo
con la familia y la comunidad, para influir en el aprendizaje y la
formación de valores de los escolares y en la superación sistemática
de los docentes.