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El encuentro conmemorativo del décimo aniversario del Foro Social
Mundial (FSM) prosigue la discusión sobre otro mundo posible en su
primera sede, Porto Alegre, capital del estado brasileño de Río
Grande do Sul.
La jornada de este martes estará marcada por la celebración de la
década de existencia del FSM, en la cual está anunciada la
asistencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como
uno de los miembros del Foro, la cual se realizará en el Gimnasio
Gigantiño de la capital gaucha.
El avance de la derecha en América Latina, pese a la derrota del
neoliberalismo y al surgimiento de gobiernos de izquierda o
populares en buena parte de las naciones de la región, constituyó
una de las preocupaciones de los oradores en la inauguración y la
primera sesión del encuentro, al que asisten unos 30 mil delegados.
La defensa de la unidad de las propuestas de la sociedad y la
necesidad de la movilización constante en favor de las causas
sociales, así como los desafíos y retos del Foro en los próximos
años y el devastador terremoto en Haití marcaron también las
intervenciones.
El coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin
Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, sostuvo que continuamos con la
hegemonía total del capital y precisamos derrotarla.
Por su parte, el empresario Oded Grajew, considerado el padre del
FSM llamó a la movilización permanente para que las propuestas del
foro se transformen cada vez más en políticas públicas, a la vez que
defendió el cambio de la conciencia indivial y la articulación de
diferentes organizaciones en faro de otro mundo posible.
En horas de la tarde de este lunes, unos 10 mil asistentes
realizaron la tradicional caminata de apertura del Foro por las
principales calles de Porto Alegre, encabezados por unos 150
representantes de creencias religiosas de origen africanos, vestidos
de blanco y abriendo el camino al resto de los participantes.
Con disímiles carteles proclamando la preservación del medio
ambiente, el fin del neoliberalismo, la lucha por el estado
palestino, la oposición a los productos transgénicos, la defensa del
petróleo brasileño para el pueblo y hasta sobre la libertad
religiosa y sexual destacaban entre los manifestantes.
El encuentro del FSM se extenderá hasta el próximo viernes y
hasta ese momento están planificadas más de 600 actividades en la
sede de la reunión y otras ciudades de Río Grande do Sul y de
Brasil.