La superficie boscosa de Villa Clara creció, en el año recién
concluido, en más de cuatro mil 300 hectáreas, las que representan
un 102 por ciento de cumplimiento del plan previsto.
En la estrategia de siembra priman las caobas, cedros,
algarrobos, eucaliptos y ébanos, junto a frutales casi extinguidos
como la ciruela y mamey.
Actualmente los montes del territorio cubren el 21,36 por ciento
de la superficie, lo que muestra un crecimiento en relación con la
existente en 2005, que era del 20, 23.
Grecio Lorenzo Rodríguez, especialista del Servicio Estatal
Forestal del territorio, explicó a la AIN, que las mayores
dificultades se concentran en la sobrevivencia de las plantas, la
cual no supera el 70 por ciento, debido a una deficiente preparación
de tierra.
La falta de combustible para el buldoceo adecuado afecta el
cumplimiento de las normas técnicas, y reduce las posibilidades de
crecimiento y desarrollo de los nuevos sembrados, agregó.
Entre las tareas que se ejecutan en Villa Clara para aumentar la
superficie boscosa está el enriquecimiento de los bosques con
especies autóctonas, con su máxima expresión en Monte Ramonal, único
del país que integra la Red Mundial de Bosques Modelos.
Domingo Ballate, especialista de la Empresa de Protección de la
Flora y la Fauna en el territorio, explicó a la AIN que el
cumplimiento de las normativas establecidas permite que una
población de 800 caobas, con más de tres años de plantada, reporte
un correcto desarrollo fitovegetativo.