Las 225 personas diagnosticadas con Retinosis Pigmentaria en la
provincia de Sancti Spíritus, han recibido tratamiento que mejora su
calidad de vida, según criterios de la mayoría de ellas.
Casi 4,5 de cada 10 mil habitantes de este territorio padecen de
la dolencia, aunque la doctora Silvia Landaburo Valle, directora del
Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria, considera que ese
registro aún es incompleto.
La especialista de Segundo Grado en Oftalmología agregó que
varias instituciones sanitarias, principalmente de la Atención
Primaria de Salud, ayudan a la detección de nuevos casos en la
comunidad.
Manifestó que el Programa de Retinosis Pigmentaria se desarrolla
en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos desde finales de la
década del 80 del pasado siglo, pero fue con la inauguración en 1997
de la clínica dedicada a esa enfermedad, que tomó auge con un
carácter más integrador.
En la detección y rehabilitación de aquejados del padecimiento
intervienen, además de oftalmólogos, especialistas en Genética
Médica, Otorrinolaringología, Pediatría, Medicina Interna y
Psicología, agrupados en torno al centro, a cargo también de la
detección de sordo-ciegos.
Antonio Marín Oliva, uno de los espirituanos beneficiados,
agradece la atención que recibe en la Clínica Provincial, gracias a
la cual asegura que permanece estable.
La literatura sobre Retinosis Pigmentaria coincide en que esta es
una enfermedad ocular degenerativa y hereditaria, que provoca una
grave disminución de la capacidad visual y en muchos casos conduce a
la ceguera.
Entre los síntomas más frecuentes se hallan la ceguera nocturna,
deficiente adaptación a la oscuridad o a lugares poco iluminados, y
campo visual limitado por pérdida de visión periférica.
La atención oportuna de esta afección mejora la calidad de vida,
por lo que resulta importante asistir al médico ante cualquier
sintomatología, advierten los especialistas.