El uso adecuado y ventajoso de la anticoncepción de emergencia
(ACE) en la adolescencia fue ampliamente debatido por participantes
al V Congreso cubano de Educación, Orientación y Terapia sexual, que
continúa hoy en esta capital.
Al exponer el tema, Jorge Peláez Mendoza, Presidente de la
Sección Infanto Juvenil de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología
de Cuba, indicó que se trata de un grupo de estrategias que pueden
usar las mujeres en las primeras horas o días posteriores a una
relación sexual no protegida para evitar un embarazo no deseado.
Explicó algunos de los métodos más usados, los mecanismos de
acción, así como la efectividad de cada uno.
Pélaez defendió el uso de la ACE, dado que un número estimado en
más de 50 millones de abortos se llevan a cabo cada año en todo el
mundo, las dos terceras partes se practican en condiciones
inseguras, algo más frecuente en países en vías de desarrollo.
Agregó también que anualmente fallecen 90 mil mujeres por causas
asociadas a complicaciones de abortos en condiciones de riesgo, y
otras 585 mil mueren por complicaciones del embarazo y el parto.
La anticoncepción de emergencia puede ayudar a salvar la vida de
estas féminas, aseveró.
Sin embargo, a pesar de que el método está incluído en las normas
de planificación familiar de muchos países de la región, las
píldoras solamente son accesibles en unas pocas naciones, agregó.
Las adolescentes son un grupo que deben tener acceso fácil a la
ACE debido sobre todo a su especial vulnerabilidad en la sociedad,
aún cuando se precisa de consejeria y educación para facilitar una
correcta decisión, reducir la ansiedad, brindar apoyo y proporcionar
información en cuanto a las alternativas.
La ACE garantiza el derecho a la vida (reduce posibilidad de
muerte asociada al parto y el aborto), a la Salud (incluye salud
sexual y reproductiva), a la libertad, seguridad e integridad
personal, concluyó Pélaez.