Educar a los marginados ¿realidad o utopía?

Lianet Cruz Pareta y Sumaily Pérez Carrandi (estudiantes de Periodismo)

La UNESCO alertó hoy sobre las consecuencias de la crisis económica mundial sobre la educación y criticó a los países desarrollados por su insuficiente contribución al avance de los subdesarrollados en ese campo.

Ambos asuntos aparecen en un informe sobre la educación mundial presentado ayer por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

A pesar de esta crisis, en América Latina y el Caribe la matrícula preescolar aumentó en un 22% y 12 países de esta área disminuyeron el volumen de la población no escolarizada.

En otras latitudes, la situación no se comporta de la misma manera debido a la inexistencia de voluntades políticas para reducir a la mitad el analfabetismo de los adultos, cifra que todavía asciende a 759 millones de personas en el orbe.

Más preocupante aún resulta la situación de la infancia, estimada mundialmente en unos 72 millones de pequeños sin escolarización.

En ese sentido, Irina Bokova, directora general de la Organización de Naciones Unidas, declaró en un comunicado que no podemos tolerar el surgimiento de una generación privada de la posibilidad de educarse, lo que le permitiría salir de la pobreza en que está sumida.

Según expone el documento, para alfabetizar a los marginados es necesaria la participación de unos 10 300 000 docentes suplementarios en todo el mundo. Países como Cuba, Venezuela y Ecuador, han demostrado que los desposeídos pueden ser salvados de su ignorancia. El avance de estas naciones en el campo de la educación a los menos privilegiados, fue reconocido durante la presentación del Informe.

 

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