La UNESCO alertó hoy sobre las consecuencias de la crisis
económica mundial sobre la educación y criticó a los países
desarrollados por su insuficiente contribución al avance de los
subdesarrollados en ese campo.
Ambos asuntos aparecen en un informe sobre la educación mundial
presentado ayer por la Organización de Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
A pesar de esta crisis, en América Latina y el Caribe la
matrícula preescolar aumentó en un 22% y 12 países de esta área
disminuyeron el volumen de la población no escolarizada.
En otras latitudes, la situación no se comporta de la misma
manera debido a la inexistencia de voluntades políticas para reducir
a la mitad el analfabetismo de los adultos, cifra que todavía
asciende a 759 millones de personas en el orbe.
Más preocupante aún resulta la situación de la infancia, estimada
mundialmente en unos 72 millones de pequeños sin escolarización.
En ese sentido, Irina Bokova, directora general de la
Organización de Naciones Unidas, declaró en un comunicado que no
podemos tolerar el surgimiento de una generación privada de la
posibilidad de educarse, lo que le permitiría salir de la pobreza en
que está sumida.
Según expone el documento, para alfabetizar a los marginados es
necesaria la participación de unos 10 300 000 docentes
suplementarios en todo el mundo. Países como Cuba, Venezuela y
Ecuador, han demostrado que los desposeídos pueden ser salvados de
su ignorancia. El avance de estas naciones en el campo de la
educación a los menos privilegiados, fue reconocido durante la
presentación del Informe.