El municipio matancero Martí, que con honor lleva el nombre del
Héroe Nacional cubano, exhibe a inicios del actual año nuevas obras
de beneficio social y reanimación en sectores como educación y
gastronomía.
Leonardo García, director municipal de Educación, dijo a la AIN
que este sector es uno de los más beneficiados al contar con un
preuniversitario urbano, una matrícula de 188 estudiantes en décimo
y onceno grado y totalmente cubiertas la plantilla de docentes.
García explicó que sólo quedan 33 estudiantes del
preuniversitario pedagógico en Jagüey Grande, pero está previsto
para el próximo curso escolar trasladarlos también a Martí, e
igualmente iniciarán el duodécimo grado en el venidero septiembre.
Autoridades del gobierno comentaron que la localidad cuenta con
todos los niveles de enseñanza, incluida la superior, y señalaron
que el acercamiento de los estudiantes a sus hogares posibilita un
considerable ahorro de recursos.
Luego de meses de intenso trabajo, en el Consejo Popular Esteban
Hernández se concluyó un centro recreativo con piscina,
instalaciones para bailables y deportes y ranchón gastronómico, en
áreas donde otrora funcionaba el enfriadero del ingenio, ya en
desuso.
Al antiguo laboratorio del central lo convirtieron en una pequeña
fábrica de encurtidos con muy buena aceptación entre la población, e
inauguraron un taller de industrias locales que ofrece empleo a
personas discapacitadas de la localidad.
La restauración y ampliación de ofertas del hotel Bibanasí,
instalación de tránsito para viajeros de la vecina provincia de
Villa Clara, también figura entre las nuevas obras en Martí, situado
a unos 170 kilómetros al este de La Habana.