Adalberto Bravo Carbonell, jefe de la Brigada Cubana de Educación
en Haití, y quien se recupera de las lesiones sufridas a causa del
sismo que azotó a Puerto Príncipe, describió a la AIN los terribles
momentos vividos durante el tiempo que duró el terremoto.
"Me encontraba frente la computadora cuando de repente el teclado
comienza a escapárseme entre las manos; cuando levanté la vista y vi
que la pared comienza a agrietarse y aunque nunca había tenido una
experiencia de ese tipo me percaté de que estaba en presencia de un
temblor de tierra".
"Ceo que me sirvió de mucho, añade, la preparación que tenemos
los cubanos en materia de defensa civil.
"Inmediatamente traté de salir del edificio, pero estaba en la
tercera planta de la residencia, bajé a la segunda y desde una
declinación del balcón me lancé sobre una jardinera, así fue que
sufrí un trauma en la rodilla derecha".
El accidente exigió que el Jefe de la misión en Haití del
programa de alfabetización Yo sí puedo regresara a Cuba, y que
después de recibir la atención médica requerida permanezca
recuperándose, junto a su familia, en Sancti Spíritus, su ciudad
natal.
Refiere Bravo Carbonell que al principio insistió para quedarse
junto a los 24 compañeros dada su poca gravedad, pero luego
comprendió lo justo de la decisión porque en las condiciones en que
se encuentra podía ayudar poco a resarcir los daños en la nación
haitiana.
"Aquellas circunstancias -asevera- fueron muy dramáticas. El
desastre, los niños heridos, sin amparo filial, en plena vía
pública, llorando o gritando, y los muertos sobre el pavimento es
realmente un panorama apocalíptico".
El responsable de la misión educativa regresó en unión de los
cubanos Joel Melo Torres y de Alina Almeida Rivera quienes han sido
atendidos en correspondencia con sus respectivos estados de salud.
Pero desde su hogar en la ciudad de Sancti Spíritus, Bravo sigue
al tanto de sus compañeros en Puerto Príncipe, quienes contribuyen a
resarcir los daños causados por el sismo en la capital haitiana.