ISLA DE TURIGUANÓ, Ciego de Ávila.— Al pie de la estructura de
uno de los edificios que tienen en fase de terminación en el poblado
Isla de Turiguanó, más de 100 trabajadores de la Empresa
Constructora de Obras para el Turismo (ECOTUR) analizaron cuánto más
pueden avanzar si se organizan mejor.
Fue una reunión que tocó diferentes aristas. Se habló de sistemas
de pago, de abastecimiento a la obra, calidad de las herramientas,
aprovechamiento de la jornada laboral, y hasta de carnavales y
fiestas de fin de año.
Ramón Camué Moré, un albañil con más de tres lustros de
experiencia, reconoció que deben ganar en organización, pero a él lo
que más le interesa es trabajar, y hacerlo bien, acción que no pocas
veces se ve limitada por la calidad de las herramientas. "Duran
poco. Se rompen mucho y después no tenemos otras. Eso afecta, aunque
lo que más debe inquietarnos es que a veces somos chapuceros en las
actividades que realizamos y no siempre tenemos contrapartida por
parte de nuestros jefes," dijo.
La mayoría asintió cuando Camué tocó el tema de los problemas con
los instrumentos de labor. Sin embargo, nadie de la dirección de
ECOTUR informó a los presentes —y debieron hacerlo— que el pasado
año emplearon unos 12 000 pesos en la compra de utensilios, muchos
de los cuales desaparecieron de la obra.
Sobre el sistema de pase, Alberto Cantillo Almaguer se refirió a
la necesidad de que no sea masivo, porque pueden, incluso, ocasionar
la paralización de las labores.
Entonces Yunior Lara González, un constructor con alma
guarachera, habló de los carnavales: "Tenemos que organizar bien el
pase. Cuando las fiestas se celebren en Bayamo, debemos darles
prioridad a quienes viven allí, y hacer lo mismo cuando sean en
Santiago, en clara alusión a quienes proceden de estos lugares".
En cuanto al pase escalonado, no faltaron quienes expresaran
criterios más radicales sobre el asunto: Si hay que quedarse
trabajando, ¡qué carnavales ni ocho cuartos!
Lorenzo Macha Hernández, jefe de la Agrupación de Montaje, fue
tajante en su observación: "El pase hay que organizarlo muy bien,
sobre todo el de fin de año." Y acto seguido habló de la importancia
de tener a los constructores en actividad, porque "es inmoral
exigirle a la gente que trabaje el fin de año cuando nos pasamos
días, incluso meses, paralizados. Lo que tenemos es que luchar
porque todos los días sean productivos y la obra tenga calidad".
He aquí un punto neurálgico: La calidad. Según salió a relucir,
en los últimos dos meses perdieron la estimulación porque no
cumplieron con los requisitos establecidos para recibirla. Solo los
dedicados a la carpintería pudieron disfrutar de ella.
Sobre esta agrupación de ECOTUR recae la mayor responsabilidad en
la edificación de viviendas para los trabajadores del Turismo.
Durante casi dos décadas construyeron 19 edificios multifamiliares,
cuyo plazo de terminación se alargó en muchos de ellos por
deficiencias que aún se mantienen. No les queda otra alternativa que
organizarse mejor para garantizar la continuidad de las ejecuciones
y desterrar la ineficiencia.