El refrescante Pru Oriental ya aparece en unidades gastronómicas
de esta ciudad, como parte del rescate de producciones tradicionales
en bebidas y repostería, de gran aceptación popular.
Con ese fin, la Empresa de Bebidas y Refrescos (EMBER) Santiago
de Cuba abrió una fábrica que en tres meses de funcionamiento
entregó más de cuatro mil 500 cajas, destinadas también a la Casa
del Pru, ubicada en un establecimiento aledaño de la red de Mercados
Ideales.
Su administrador, José Martínez, destacó el mérito de los
innovadores de EMBER de rescatar el equipamiento que se utiliza,
como una llenadora con más de 50 años, sustituida en Cuba Ron por
nueva tecnología.
Igualmente, se recuperaron válvulas, el sistema de aire
comprimido y la tapadora, antes de la fábrica de refrescos Pepito
Tey y con varios años rota.
Ahora tienen un solo turno con 26 trabajadores, quienes elaboran
el producto de forma artesanal hasta que se creen las condiciones de
espacio para el montaje de una caldera y así procesarlo
industrialmente e incrementar las entregas.Muchos de quienes
degustan esa bebida, precisó Martínez, quizás desconozcan la
complejidad de su elaboración pues demanda de un proceso de
fermentación rápido, que de incumplirse algún paso se rompe el ciclo
y puede perderse la producción.
En cuanto a la materia prima, dijo, demanda ingredientes como el
palo de jaboncillo, raíces de China y hojas de pimienta, asegurados
por una empresa forestal.
Esa bebida tiene sus orígenes siglos atrás, cuando emigrantes
franco-haitianos se asentaron en las serranías del sur oriental
luego de la revolución del vecino país, dejando sus huellas en la
cocina, la cultura y la agricultura, por eso su denominación.
Además de refrescante en días de calor, se le confiere
propiedades medicinales como bajar la presión arterial y también
bondades afrodisíacas.