GUANTÁNAMO.— Ni siquiera la estabilidad lograda por este
territorio en el abastecimiento de productos del agro a la
población, ni el cumplimiento en el 2009 de la mayoría de los
programas agrícolas, pudo impedir que el consejo de dirección
ampliado de la Agricultura analizara críticamente las deficiencias
que persisten en el sector, las cuales impiden avances mayores y más
rápidos, en correspondencia con las crecientes necesidades del
pueblo.
Convocados en la sede del MINAGRI en la provincia, los
principales directivos del sector, junto con la máxima
representación del Sindicato Agropecuario, debatieron aspecto por
aspecto el contenido de las valoraciones ofrecidas recientemente a
este diario por Orlando Lugo Fonte, presidente de la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Un criterio clave primó en el auditorio: la agricultura cubana es
una sola, aunque los productores sean estatales o del sector
cooperativo y campesino. Por eso los escasos recursos disponibles
deben dirigirse a quienes los aprovechen mejor y produzcan más.
Al evaluarse el tema ganadero nadie estuvo conforme con los
ligeros incrementos en la producción de leche y carne de los últimos
años, pues la provincia tiene potencialidades para mucho más, solo
que, como se reiteró en varias intervenciones, tiene que solucionar
el problema de la alimentación de la masa sobre todo a partir de
mayores y mejores siembras de caña y king grass.
Es sintomático, reiterativo, el descenso en picada que sufre la
producción de leche en el periodo seco en Guantánamo, porque no se
asegura la alimentación de los rebaños para esa etapa.
En los años ochenta de la pasada centuria, Guantánamo enviaba
reses a Camagüey y se autoabastecía de carne, recordó un ganadero de
experiencia. Si continuamos incrementando la ceba de toros y
mejorando la calidad general de la masa, en poco tiempo la provincia
puede recuperar el terreno perdido, sostuvo.
Otro aspecto debatido con vehemencia fue el de la producción de
frutales, lo cual se justifica pues es esta provincia, por sus
condiciones climáticas y topográficas, la más privilegiada en Cuba
con esos cultivos, de los cuales anualmente se pierden miles de
quintales a pesar de su alta demanda en la provincia, el país y el
extranjero.