.— Alrededor de dos
millones de niños y adolescentes se encuentran en riesgo tras el
devastador terremoto que sacudió el martes a Haití, informó hoy una
organización internacional defensora de la infancia.
Es una experiencia increíblemente traumática para los menores y
el daño emocional de lo que están sufriendo podría durar toda la
vida, dijo Careth Owen, director de emergencias de la agrupación
Save The Children (Salven a los niños).
El movimiento telúrico de 7.0 grados en la escala de Ríchter
arrasó la capital, con más de un centenar de edificaciones
derrumbadas, desde el emblemático Palacio Presidencial, hasta
instituciones públicas, hospitales, viviendas, iglesias y escuelas.
En las ruinas de lo que otrora fue un colegio yacen los restos de
decenas de menores, en tanto otros alumnos pululan por las calles en
busca de sus familiares.
La ciudad está destruida. La catástrofe es increíble. Hay que
verlo para creerlo , dijo el presidente haitiano, René Preval.
Aunque aún no se ha podido cuantificar la magnitud del desastre,
tanto autoridades como organismos internacionales estiman entre 50
mil y 100 mil los muertos y en tres millones los damnificados.
Dos días después del terremoto empieza a llegar paulatinamente la
ayuda proveniente de numerosos países de América, Europa, Asia y el
Medio Oriente y de organismos internacionales como la ONU y la Cruz
Roja.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU comenzó hoy a
distribuir víveres en esta capital y en la ciudad portuaria de
Jacmel, a pocos kilómetros de aquí, devastada en un 70 por ciento
por el sismo.
Mientras, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia instaló
casas de campaña para dar refugio a miles de menores huérfanos,
ofrecerles alimentos y garantizarles espacios para actividades
recreativas y escolares.
En 100 años ninguna generación de niños haitianos ha
experimentado esta escala de desastre y tenemos que actuar para
minimizar su impacto físico y psicológico, dijo el representante de
Save de Children.
Un elevado número de los heridos también son niños, si se tiene
en cuenta que en este país caribeño 46 por ciento de la población
tiene menos de 18 años de edad.
Al hospital de campaña instalado por los médicos cubanos
especializados en situaciones de desastres en el patio de un centro
asistencial han acudido más de mil personas, entre ellas infantes
con fracturas o heridas que requirieron intervención quirúrgica.
Esta brigada se unió a los 344 colaboradores cubanos que desde
hace años se encuentran aquí y tienen previsto abrir varios
hospitales para atender a las víctimas.
Según la Organización Mundial de la Salud ocho hospitales de esta
capital y sus alrededores se desplomaron o resultaron severamente
dañados por el movimiento telúrico.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró el
terremoto como la mayor catástrofe en la historia de este país.