Tres explosiones dinamiteras ocasionaron hoy al menos 25 muertos,
entre ellos cuatro soldados y un policía afganos, y 18 heridos en
las provincias de Uruzgán, Helmand y Khost, según reportaron fuentes
oficiales.
En la primera explosión el jefe de la policía provincial de
Uruzgán, general Juma Gil Himat, comunicó a medios informativos que
el suceso ocurrió en un mercado comercial del distrito de Dehrawood,
y supuestamente estaba dirigido contra representantes de la OTAN.
Un atacante detonó su carga explosiva dentro del establecimiento
y causó la muerte a 20 personas y dejó a otras 13 heridas.
Otro atentado acabó con la vida de un policía e hirió a otros
cuatro en el distrito de Musa Qala, en la convulsa provincia sureña
de Helmand.
Mientras, el Ministerio afgano de Defensa comunicó que cuatro de
sus soldados perdieron la vida y otro más resultó herido cuando una
bomba detonada por control remoto alcanzó su vehículo cerca de la
capital de la provincia sureña de Khost.
También informó que más de 30 toneladas de armas y municiones
fueron requisadas durante una operación realizada en la provincia
nororiental afgana de Badakhshan, de acuerdo con el portavoz de la
administración provincial, Abdul Maroof Rasikh.
Entre el armamento confiscado figuran mil 117 granadas de
mortero, 54 piezas de minas antipersonales, 20 proyectiles de
granadas propulsadas con cohetes, así como docenas de cajas de
balas.
El presidente de la cámara baja afgana, Mohamad Yonus Qanuni,
afirmó ante la televisión que los insurgentes se proponen atacar el
parlamento y algunos de sus miembros, en el marco de su estrategia
para bloquear las elecciones de abril próximo.
Qanuni precisó que en previsión de posibles ataques, reforzaron
las medidas de seguridad y urgieron a los diputados que estén muy
cautos y atentos.