El centro de la
capital haitiana, convertido en campo de emergencias, espera la
llegada de más ayuda, cuando se calcula que un tercio de la
población fue dañada por un terremoto hace dos días.
Agua comida y medicamentos, así como equipos de rescates, son las
necesidades inminentes en Haití, país asolado por un sismo de siete
grados en la escala abierta de Richter que pudo ocasionar hasta 100
mil muertos, según pronósticos gubernamentales.
Estados Unidos, naciones latinoamericanas, europeas y asiáticas,
la Cruz Roja Internacional (CRI), la Secretaría General
Iberoamericana, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras
instituciones, han anunciado el envío de dinero, comestibles y
personal especializado y voluntario para tiempos de catástrofe.
Otras entidades, como el Grupo de Río, lamentaron la situación
haitiana, cuya infraestructura fue devastada, quedando Puerto
Príncipe en oscuridad por el derrumbe de las plantas eléctricas, sin
comunicaciones, y con las calles intransitables por los escombros.
La CRI creó una página web especial para ayudar a miles de
personas en Haití y en el exterior a encontrar a sus allegados
desaparecidos, además de que envía este jueves 40 toneladas de
medicinas y material médico para socorrer heridos.
Pero las víctimas del sismo también son atendidas por el
Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones
de Desastres y Graves Epidemias de Cuba, Henry Reeve, que permanece
en varias localidades de esta nación caribeña.
Esa brigada médica, con experiencia en muchos países, se unió al
resto del personal cubano de la salud radicado aquí, en labores
constantes desde que ocurrió la trágica sacudida.
Las autoridades de La Habana enviaron adicionalmente
medicamentos, comestibles y avituallamientos.
Reportes haitianos indican que barrios enteros, escuelas y
hospitales quedaron reducidos a escombros, a los que se suman
importantes edificaciones de gobierno, como el Palacio Presidencial,
el Congreso y las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU).
Desde las naciones del área arriban aviones cargados de
suministros y equipos de socorro. De Chile proceden 40 toneladas de
abastecimientos y expertos en rescates, y desde Perú se esperan 50
toneladas más para esta jornada. Un portaviones de la Marina
estadounidense, barcos y equipos de socorro, provenientes de la
potencia norteña, apoyarán a los damnificados y al gobierno de la
isla.
Mientras Brasil, que ejerce el mando militar de la Misión de
Estabilización de la ONU en Haití, preparó ocho aviones con
asistencia humanitaria y destinó 15 millones de dólares de ayuda.
Trascendió que los gobiernos de Barack Obama y Luis Inacio Lula
Da Silva, de manera conjunta, preparan una reunión internacional
para recaudar ayuda.
Del otro lado del océano, la solidaridad llega también a este
país, el más pobre del hemisferio y que enfrenta su mayor catástrofe
en 200 años.
Al respecto, Moscú, París, Madrid, Londres anunciaron el envío de
ayuda y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien
además ostenta la jefatura temporal de la Unión Europea, instó a
todos los países y ciudadanos del bloque a intensificar sus
auxilios.
Hasta una misa solemne por los muertos haitianos hará repicar
mañana las campanas de Notre Dame, en París.
De Israel, Marruecos, Indonesia, Australia, Corea del Sur y Japón
llegará igualmente refuerzos financieros y materiales.
Múltiples instituciones monetarias, asimismo, anunciaron la
disposición de importantes sumas de dinero para este país que posee
la renta per cápita más baja de toda América y un 80 por ciento de
su población vive en la pobreza.