La disciplina que predomina en la arrancada constituye lo más
sobresaliente en la etapa inicial de zafra. Los siete centrales
señalados para fabricar azúcar antes del 31 de diciembre, abrieron
sus capacidades en fecha o con adelanto al calendario.
Los principales indicadores de la eficiencia mostraban este
miércoles un balance favorable para la época, lo cual crea
condiciones para despedir el año con el crudo que se planificó.
En plena molienda se encuentran los centrales Manuel Fajardo, de
La Habana; 14 de Julio, de Cienfuegos; Mario Muñoz Monroy, Jesús
Rabí y René Fraga, de Matanzas; Panchito Gómez Toro, de Villa Clara
y Argeo Martínez, de Guantánamo.
La sala de control y análisis del Ministerio del Azúcar informó
que en enero se incorpora el resto de los ingenios hasta completar
la nómina de los 44 que activarán su maquinaria.
Además del modesto plan de azúcar, la industria tiene el
compromiso de garantizar 194 162 toneladas de la llamada Miel B,
destinada al alimento animal (ese volumen equivale a 129 000
toneladas de maíz), y más de 300 000 toneladas de Miel final, para
la producción de alcohol y de alimento animal.
El MINAZ preparó la actual zafra con una organización en la cual
primó la capacitación de los trabajadores y probar y afinar la
maquinaria al terminar las reparaciones, antes del día fijado para
la arrancada.
El organismo considera positiva la eliminación de la tradicional
pausa de verano y mantener en junio, julio y agosto el régimen de
trabajo que estableció la Dirección de Zafra.
A diferencia de años anteriores, esta vez pudieron completarse
los turnos integrales, y algo decisivo: solo un 3% del personal es
de nuevo ingreso. En la pasada zafra, por ejemplo, la renovación
alcanzó el 14%, elemento que daña la buena operación de la
industria.
En los 20 centrales críticos de la campaña precedente, el énfasis
se puso en las áreas que más influyeron en el alto tiempo perdido y
en la baja eficiencia.