En la senda del 2010

ASTRO tunero busca mejor luz

Pastor Batista Valdés

LAS TUNAS.— La voluntad nacional y ministerial de revertir la imagen y el servicio en la transportación por ómnibus (ASTRO), empieza a destellar su saldo en este territorio.

Foto del autorExiste la voluntad de revertir la imagen y el servicio que brindan estos ómnibus. 

Lo que de manera inicial ha logrado esta empresa provincial, si bien no llena o satisface del todo, al menos sienta bases para consolidar resultados en el 2010.

Tal vez el primer golpe de vista aflore en la propia terminal de ómnibus, objeto de una inversión superior al medio millón de pesos, que ha mejorado condiciones en el inmueble.

De acuerdo con declaraciones de Jesús Rodríguez Cruz, director general, la empresa también se ha beneficiado con la instalación de modernos equipos para solucionar ponches de neumáticos, encopillar sistemas y reparar bandas de freno, mientras se sigue trabajando en otras áreas.

Aunque incipientes, esas medidas comienzan a dar respuesta a preocupaciones planteadas desde hace años por los conductores de ómnibus, en torno a determinados aseguramientos muy necesarios para la agilidad, eficiencia y calidad del servicio, afectado muchas veces por razones materiales, pero también de carácter subjetivo.

Todo el tiempo "bajo el ojo popular" (en particular desde que echó a andar en Cuba el proceso para rescatar la ética y la disciplina de los trabajadores) ASTRO busca, y necesita, un cambio que va delineándose poco a poco.

El año 2010 puede ser "grande" en ese empeño si cada empleado, directivo, conductor y trabajador se entrega a su función con la honestidad y consagración de los choferes Modesto Ramírez, José A Socarrás y Alexis Torres (sobresalientes en la última etapa), pero sobre todo si se obra con rigor, control y exigencia.

Para los tuneros no puede haber retroceso después de los resultados que registraron una auditoría del Ministerio de Transporte en mayo, y otras dos inspecciones en fecha más reciente.

Tampoco puede haber descenso luego de sobrecumplir el plan de producción, bajar a 0,74 centavos el costo por peso (de 0,90 planificado), elevar de 26 000 a 28 500 pesos la productividad por trabajador e incrementar también las ganancias o utilidades y los valores agregados.

Y, como afirma Jesús Rodríguez, no puede haber tregua en el enfrentamiento a cualquier indisciplina que afecte el servicio: propósito en el cual siempre será vital la información oportuna y el concurso de la población.

 

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