Sudán confirmó el
envío a países de la Unión Europea del primer cargamento de etanol,
producido en una planta de biocombustibles, en medio de críticas por
poner en peligro la seguridad alimentaria de numerosas personas.
Según una nota empresarial, esa producción de biocombustibles a
partir de la caña de azúcar resultó realizada por la entidad Kenana
Sugar, en la localidad Kenana, situada a unos 250 kilómetros al sur
de esta capital.
De acuerdo con la corporación, cada mes Sudán, uno de los
principales productores de azúcar en el mundo, enviará a Europa
cinco millones de litros de etanol producidos en este país, el mayor
de África en extensión.
Para el investigador de la Corporación Agrícola en Sudán, Eltayeb
Mohamed Abdelgadir, el territorio es apropiado para la producción de
biocombustibles debido a sus vastas extensiones de tierra sin
cultivar y a los bajos costos agrícolas y de mano de obra. Sin
embargo, organizaciones humanitarias han considerado que las tierras
sudanesas deben ser aprovechadas en la producción de alimentos para
la población, que sufre los embates de los altos precios de los
productos agrícolas, como consecuencia de la crisis mundial.
Recientemente la Organización de Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación advirtió que el desarrollo de
carburantes mediante granos generará incrementos monetarios en la
compra de alimentos en los próximos 10 años.
En ese contexto, las autoridades surafricanas decidieron
paralizar en el país un proyecto de producción de etanol a partir
del maíz, ya que consideraron que esa planta gramínea debe servir
para alimentar a la población y no para producir energía.