Revista de la Biblioteca Nacional, primer siglo de vida

Madeleine Sautié Rodríguez

Cumplir 100 años es siempre un encumbrado acontecimiento. La Revista de la Biblioteca Nacional José Martí arriba a esta edad con los signos vitales propios de una plena juventud.

La presentación del No.1-4, enero-diciembre, año 100, tuvo lugar en la propia Biblioteca, por el director del centro y de la revista, Dr. Eduardo Torres Cuevas, quien refiriéndose a la publicación, expresó en la sección Umbral, que si una revista "logra sostenerse durante un siglo se vuelve, más que la creación de una generación, en parte de la composición de la cultura de un país".

Justamente es ese el gran mérito de esta centenaria obra que ha conseguido acercarse y abordar ese amplio universo del conocimiento legado por aquellos grandes cubanos que, en su empeño por construir una Cuba auténticamente cubana, forjaron sólidos cimientos sin los que no hubiera sido posible nuestra realidad cultural. A ellos, en quienes debemos pensar hoy porque nos pensaron, está dedicada una buena parte de la revista, cuyo primer artículo de la sección Aniversarios nos remite a la entrañable y difícil labor de Domingo Figarola Caneda, a quien debemos esta celebración por ser su fundador.

Un dossier destinado a la historia y significación de la obra, con textos de un grupo de investigadores, hacen un recuento por las páginas de la centenaria publicación y con sugestivos títulos como Mi revista, La revista¼ y yo, Salvar la revista, dejan constancia de que lejos de haber sido una publicación estéril ha anclado en los lectores que al consultarla la hacen suya, y ha sido defendida por sus creadores de las vicisitudes de momentos tremendamente difíciles, como la década del 90. Sin embargo, el esfuerzo, el empeño y el amor a lo que bien y por el bien de todos se ha creado, han conseguido mantenerla a salvo.

No falta en estas páginas —porque no es posible— la presencia de Enrique José Varona, figura que, al decir de Torres Cuevas, necesitamos para que sea más completo el pensamiento de hoy y cuyo natalicio arriba a 160 años.

Otras secciones —Homenajes, Meditaciones, Documentos raros— acogen la presencia insoslayable de Martí, Luz y Caballero, Félix Varela, Emilio Roig, Marinello, Carpentier, Fina y Cintio. La última de ellas llamada Libros presenta, entre otros, un comentario sobre Marta Rojas, autora del título El juicio del Moncada y su relación con el hecho detalladamente descrito en esa obra.

Cuando parece que llega el final, porque arribamos a su última página, el mensaje que allí puede leerse deviene comienzo, invitación, espacio para crear. Las bases del concurso Leer a Martí a que convoca la Biblioteca aparecen entonces para revertir en ciclo de vida, con la edición XII del certamen, el No. 100 de esta secular publicación.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas | Especiales |

SubirSubir